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El escritor chihuahuense. (Foto: Lucero González)
C iudad Juárez, Chihuahua, 17 de noviembre, 2008. (RanchoNEWS).-La obra ganadora del Premio Juan Rulfo en 1991, Contrabando, de Víctor Hugo Rascón Banda, que publica de forma póstuma editorial Planeta, describe el fenómeno del narcotráfico y sus rémoras, la impunidad, la violencia, la muerte y el secuestro, que operan en el pueblo de Santa Rosa, Chihuahua, ciudad natal del escritor, quien falleció el pasado 31 de julio. Una nota de Fabiola Palapa Quijas para La Jornada:
La novela inédita, que se presentó este domingo en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, muestra el trabajo de uno de los escritores más versátiles de la literatura mexicana y defensor de los derechos de los autores mexicanos.
Cuando tenía un problema o no le brotaban las palabras ni el sentimiento, explicó el autor en la novela, viajaba a Santa Rosa de Lima de Uruáchi, porque ahí los fantasmas se convertían en sus personajes y los rumores en argumentos. Así surgió Contrabando, que cuenta la historia de tres mujeres ligadas al narcotráfico; una es madre, la otra esposa y la última amante de tres diferentes jóvenes narcotraficantes.
En el libro, Rascón Banda rememoró los años en que la gente paseaba por la plaza de Santa Rosa, sin pistola y sin sombrero, o cuando los niños jugaban en la alameda y las tiendas estaban abiertas para atender a las personas de los ranchos.
El autor reflejó la brutal realidad de los pueblos del norte de México, donde la delincuencia organizada ejerce el poder, la gente se esconde y sólo hay mujeres enlutadas y niños huérfanos.
Contrabando comienza cuando el narrador llega a Santa Rosa y observa una persecución en el aeropuerto, retenes de judiciales y militares, las redadas de los narcos, la ley seca en la sierra: todo lo que implica el narcotráfico.
La historia novelada, con tintes autobiográficos, presenta un país vencido por la violencia y la impunidad y, después de 17 años de haber sido galardonada, sigue vigente, pues denuncia la obsesión de poder y los excesos de los narcos en la vida cotidiana.
En el libro, el autor hizo un retrato hablado de los difuntos del pueblo, sentenciados por el narcotráfico, como Consuelo de San Miguel, la Chelo, de 27 años, casada y dejada, con tres hijos, quien para salir de pobre se dedicó al negocio de la yerba.
La estructura de la novela incluye fragmentos escritos a modo de obra de teatro o de guión cinematográfico, así como pasajes aparentemente naturalistas, con diálogos que parecen testimonios reales. Asimismo, la última frase de cada capítulo es el título del siguiente, y los narcocorridos se funden con las historias que cuenta el autor.
Ignacio Solares, quien compartió la tierra y el paisaje de Chihuahua con Rascón Banda, durante la presentación de la obra póstuma señaló que el legado del dramaturgo es el más vivo ejemplo de su compromiso ante la vida, porque afrontó diversos retos.
Los actores María Rojo y Alberto Estrella iniciaron la presentación con una lectura de fragmentos de la obra; posteriormente Braulio Peralta y Héctor de Mauleón comentaron la novela.
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