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La máxima autoridad de la lengua española muestra la Nueva Gramática. (Foto: EFE)
C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de diciembre de 2009. (RanchoNEWS).- Marta Caballero de El Cultural entrevista al director de la RAE quien presenta hoy la primera gramática española desde 1931, obra que reúne por primera vez «el español universal»:
García de La Concha e Ignacio Bosque celebrarán desde hoy un triunfo que les ha costado más de una década y que es resultante del esfuerzo de todas las Academias del mundo. Lo harán rodeados de los Reyes y de los mandatarios de estas instituciones en unos fastos que festejarán, por fin, la compilación del español del mundo en cinco kilos y medio. Por eso, aunque vengan ahora las críticas –«porque errores tendrá y muchos», señala el director de la RAE, este es momento de alegría para los hispanohablantes y de celebración para los responsables de la muy esperada Nueva Gramática Española, en su opinión «la obra más importante de esta lengua en siglos».
¿Cuál es la gran aportación de estas 4.000 páginas?
Que es la primera vez que se hace una gramática universal sobre el español. Hasta ahora sólo se habían hecho sobre el español de España, no por falta de voluntad sino de información, por lo que esta obra no hubiera sido posible hace 20 años. Las nuevas tecnologías han propiciado cruzar esta información entre las distintas Academias. Gracias a este factor hoy podemos disfrutar de una gramática que muestra la unidad común y las variedades de una construcción aquí y allá.
Ahora que nombra las nuevas tecnologías, ¿Para cuándo la digitalizan?
Llegaremos, pero no queríamos colgar un PDF sino una página que permita navegar, consultar... Primero quisimos que quedara constancia el método tradicional, del libro, pero dennos un respiro para que no fenezcamos. Ahora estamos con la versión manual, que queremos sacar en primavera, y después con la básica, que saldrá en otoño. Este también va a ser un año de trabajo duro, porque ahí tiene que estar todo. Ignacio Bosque siempre ha dicho que no podíamos barrer debajo de la alfombra. En gramática hay muchas cuestiones dudosas o no aclaradas y él ha querido descender a detalles, porque en su opinión el hispanohablante debe poder encontrar cualquier cosa.
En cambio, una versión online facilitaría mucho las modificaciones, aportaciones, etcétera. Si algo se constata en esta Nueva Gramática es que la lengua muta y mucho.
El lenguaje está siempre en ebullición, es cierto, pero no es tan grande su evolución, por lo que no se precisará una actualización constante. Eso sí, abriremos un correo para sugerencias y correcciones.
¿Cómo se defenderán de quienes acusen a la Academia de ser demasiado flexible?
La obra contempla los conceptos de descripción y de norma. Y la segunda debe ser una variable más de la primera. Cuando yo analizo uno de los elementos que se tienen que describir, he de tener en cuenta cómo los hablantes valoran esa construcción gramatical ¿La consideran culta, coloquial, familiar, vulgar? Y también qué percepción tienen del registro de esa construcción ¿Para ellos es correcto o incorrecto? Ante esta situación ¿Qué debe hacer la Academia? La solución está en considerar que la norma existiría aunque no existiera la Academia, porque es básicamente la percepción que el pueblo hablante tiene de esas construcciones. La Academia las estudia y en la descripción y el análisis de ese hecho dice «esto es incorrecto» o «esto es jerga». La Academia da fe notarial de ello, se convierte en un espejo. Y aquí es donde viene la crítica, que es sana, y dice que la Academia se ha vuelto laxa. Y nosotros decimos que no, que somos fieles a lo que perciben los hablantes. Porque hay normas que se están extendiendo.
Este tipo de obras pueden convertirse en bestseller pero luego pasarse la vida muertas de risa en la estantería sin que el lector las lea jamás.
Se coja o no, bueno es tenerla en casa, como se tiene un diccionario. No está de más que esté junto a Larsson en la estantería. Pero ésta es la gramática donde está todo y el español carecía hasta ahora de una obra de nivel, de fuste, que sí tenían las otras lenguas de nuestro entorno. No teníamos una como la de Cambridge, y ahora la tenemos. Y quisimos hacerla además así de completa. Es más, empezamos haciendo una gramática del español total sin preocuparnos de la envergadura científica, pero cuando ya llevábamos dos años de trabajo reflexionamos sobre ese punto: después de cien años no podíamos salir con una gramática de COU sino con una que pusiera el español al nivel de las grandes lenguas. Y como tal no es una gramática para leerla de corrido. No obstante, ante cualquier cuestión incluimos un análisis que es como un pequeño capítulo de una novela para analizar ese fenómeno gramatical y que se apoya en la enorme cantidad de textos y ejemplos citados.
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