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El gran poeta mexicano. (Foto: Arturo Campos Cedillo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 23 de octubre de 2010. (RanchoNEWS).- El poeta y editor mexicano Alí Chumacero Lora murió este viernes por causas naturales en Ciudad de México a los años 92 años, informó hoy el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), informa la agencia EFE.
El Conaculta lamentó en un comunicado el fallecimiento del poeta, nacido en la población de Acaponeta, en el estado de Nayarit el 9 de julio de 1918, quien «dedicó su vida al amor por la poesía y los libros, con generosidad y devoción».
El escritor será velado hoy en la funeraria Gayosso, ubicada en la calle Sullivan en el barrio San Rafael, dijeron a Efe fuentes del Conaculta.
Posteriormente ese organismo ofrecerá «un homenaje de cuerpo presente», señaló la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, en su cuenta de Twitter.
El presidente de México, Felipe Calderón, lamentó en un comunicado el deceso del artista cuyas obras y crítica literaria: «engrandecieron nuestra cultura».
«La muerte del infatigable escritor y poeta, representa una enorme pérdida para las letras de nuestro país», sostuvo el mandatario.
Su obra poética está compuesta de tres libros: Páramo de sueños (UNAM, 1944); Imágenes desterradas (Editorial Stylo, 1948), y Palabras en reposo (FCE, Letras Mexicanas, 1956).
Además publicó Los momentos críticos (ensayos, 1987) y en 1997 se editó el disco compacto En la orilla del silencio y otros poemas en la voz del autor.
El fallecido Premio Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz consideró a Alí Chumacero como «mago y maestro de los poetas modernos de México».
Entre los reconocimientos que recibió destacan: el Premio Xavier Villaurrutia de Literatura (1984); el Premio Alfonso Reyes (1986); el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura (1987); el Premio Estatal de Literatura Amado Nervo (1993) y la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República (1996).
En 2008 recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes en un homenaje por sus 90 años.
Cuando se anunció el programa del homenaje nacional en su honor, Alí Chumacero dijo ante periodistas: «Quiero que a la hora de la hora, cuando me vaya con la música a otra parte, me recuerden como un hombre venido de un pueblecito pequeño que se llama Acaponeta, de un estado pequeño que se llama Nayarit, buscando un sitio propio».
El Conaculta calificó la obra del vate mexicano como «breve, pero concentrada y poderosa».
Por su parte, la editorial Fondo de Cultura Económica lamentó «profundamente» en un comunicado la muerte de «uno de los poetas más importantes de México».
El FCE, que en 1987 publicó una recopilación de las reseñas y los ensayos literarios de Chumacero, destacó la labor del poeta como editor, redactor, corrector y asesor de esa casa editorial mexicana.
«A su conocimiento del arte y el oficio de la edición se deben las ediciones de un sinnúmero de títulos del FCE, en particular muchos de los volúmenes emblemáticos de la colección Letras Mexicanas, como las obras de Villaurrutia y la poesía de Novo», señaló.
La FCE exaltó la brevedad de su obra y el largo silencio de Chumacero, quien en los últimos 44 años no volvió a escribir libros de poesía.
La editorial recordó que el mismo escritor dijo en 1987, que «crear algo que nos sobreviva es una preocupación por dejar una huella, un signo, una señal, grabados en la frágil lámina del tiempo: aspiración impulsada por la inteligencia, la lucidez, la imaginación y, también, por la oportuna sinfonía del silencio».
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