El coreógrafo estadounidense bailando una de sus piezas en 1959. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua,4 de julio 2011. (RanchoNEWS).- Merce Cunningham fue un artista que supo potenciar su universo creativo, un creador que alzó la voz para dialogar con la sociedad de su tiempo, que primero la provocó incitándola a ampliar sus perspectivas, y que luego recibió de ella un reconocimiento que lo llevó a ser considerado uno de los más grandes bailarines y coreógrafos del siglo pasado. Una nota de Alida Piñón para El Universal:
Consciente de que su larga vida estaba en la recta final, Cunningham planeó un proyecto que le diera continuidad a su legado y decidió que, después de su muerte, se realizara una gira de despedida; después las obras se trasladarían a un fideicomiso, creado por él mismo, con el fin de otorgar las licencias de las coreografías a otras compañías.
Cunningham murió el 26 de julio del 2009 a los 90 años, por lo que la última función se realizará el 31 de diciembre de este año en la ciudad de Nueva York. El repertorio de Cunningham es de alrededor de 200 obras, 18 de ellas se presentarán por 50 ciudades de todo el mundo. La ciudad de México será una de ellas y el Palacio de Bellas Artes, el recinto.
En entrevista con El Universal, vía telefónica desde Nueva York, Trevor Carlson, director ejecutivo de La Merce Cunningham Dance Company, dijo que en México se bailarán (25, 26 y 27 de agosto) tres obras fundamentales del artista: Pound way, RainForest y Min event, ésta será interpretada por última vez por la compañía creada en 1953.
«Debido a que el repertorio es muy amplio, en cada teatro en el que nos presentamos bailamos un programa distinto, con el fin de abarcar todas las obras posibles. En el caso de México presentaremos tres piezas especialmente importantes para nosotros», señaló.
La danza y el arte plástico
Cunningham también dialogó con los artistas más importantes de su época, entre ellos, el compositor John Cage; así como los artistas plásticos Andy Warhol, Robert Rauschenberg y Roy Lichtenstein, cuyas escenografías también son incluidas en la programación que se ofrecerá en el país.
Carlson explicó que la primera será Pound way, creada en 1998, con escenografía de Lichtenstein, pintor estadounidense de arte pop, conocido sobre todo por sus interpretaciones a gran escala, y música de Brian Eno, un compositor de música electrónica y experimental, considerado un visionario y un innovador en muchos campos de la música.
«Es uno de los estudios de la naturaleza de Merce, donde el movimiento evoca pájaros, animales o paisajes. Se trata de una pieza lírica, contemplativa y sensual», aseguró Carlson.
Sobre RainForest, montada en 1968 con una serie de almohadas de plata flotante diseñada por Andy Warhol, con música de David Tudor, pianista y compositor norteamericano de música experimental, con quien trabajó en numerosas ocasiones, sostuvo: «Es una obra de experimentación con música electrónica. Es muy interesante y muy hermosa».
En el libro El bailarín y la danza, que reúne una serie de entrevistas realizadas por Jacqueline Lesschaeve a Merce Cunningham, el coreógrafo apuntó: «Vi los almohadones de Andy Warhol en una exposición y me parecieron maravillosos, le pregunté sobre la posibilidad de usarlos como decorado y accedió. Nos gustaba que dieran, tanto como fuera posible, la sensación de movimiento. Era como un paisaje, como un bosque pluvial».
Sobre Min event, que tiene escenografía de Rauschenberg, Trevor Carlson comentó: «Se trata de una combinación de coreografías diferentes, porque van cambiando en el espacio en ese mismo momento; es decir, Merce veía el espacio y pensaba que la coreografía original era modificada en el lugar por cada situación que se presentaba. Será muy emocionante para nosotros porque es la última vez en la vida de la compañía que se bailará».
En la recta final
La última función de la compañía Merce Cunningham, será en el Park Avenue Armory, un lugar fundamental para el arte plástico.
«El final se acerca y sentimos una combinación de euforia, alegría y tristeza. Cuando Merce murió fue algo muy triste para nosotros, su ausencia la hemos sentido de muchas maneras. En mi caso, me siento contento en el sentido de que todo está claro, es decir, él ya no está con nosotros, ya no hay nuevas coreografías, pero tenemos su energía dentro. Estamos aquí por él», señaló Carlson.
Para el director, la gira ha representado la oportunidad de darle fin al proyecto de vida más importante de Cunningham. «Ha sido algo muy emocional, hemos estado juntos desde el inicio y estaremos al final. No es un trabajo que hacemos por dinero, es un honor».
A casi dos años de su muerte, Carlson lo recordó como: «Un niño que siempre estaba interesado en todo lo que no conocía. Cada día, al despertar, buscaba algo nuevo que hacer. Tenía 90 años y fue fiel a ese espíritu. Vivió su vida interesado en la novedad, en las cosas pequeñas y en las grandes».
«Él siempre dijo que había que decir a todo que sí, porque si dices que no, te cierras la puerta y nunca más la podrás abrir, no hay nada después del no. En cambio, cuando dices sí, quizá no conozcas lo que tienes enfrente, pero debes seguir y aprender, éste fue uno de los mejores consejos que nos pudo dar».
Carlson aseguró que una de las aportaciones más importantes de Cunningham a la danza mundial fue su capacidad para explorar nuevos mundos y formas de creación. «Nos enseñó que la danza se crea cada vez, que una vez que bailaste se vuelve pasado y empieza algo nuevo. Les enseñó a los artistas que deben ver siempre al futuro, que se puede usar la tradición, pero siempre con un pie en el futuro».
Cuando se habla de danza se suele destacar el trabajo de los coreógrafos como una figura casi omnipresente; en cambio para Cunningham el bailarín era el eje del arte. «Los bailarines trabajan con su cuerpo y cada cuerpo es único, por eso no se puede describir la danza sin hablar del bailarín», decía.
Sobre el futuro de los integrantes de la compañía Merce Cunningham, el director ejecutivo aseguró que algunos bailarines seguirán con su carrera bajo la dirección de otros coreógrafos; mientras que la gente del área administrativa y creativa de la compañía se han planteado la posibilidad de seguir en la danza. «Llevamos tiempo pensando en el futuro, lo que se decida, creo, estará basado en la influencia que tuvo en nosotros la vida junto a Merce».
Mayor información: Merce Cunningham
REGRESAR A LA REVISTA
