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Shot in the head, una de las fotografías del alemán Thomas Bachler, que expone la exhibición Escenas del crimen en La Casa Encendida de Madrid. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de julio 2011. (RanchoNEWS).- Es su primer disparo y está nervioso. Hasta ahora solo lo ha probado consigo mismo, y por mucho que hable de él en tercera persona, disparar a otro es una experiencia nueva. El artista Thomas Bachler (Detmold, 1961) llegó hace un par de días a Madrid para presentar la exposición fotográfica Tatorte: La escena del crimen. Y a partir de hoy se pasará una semana, hasta el 15 de julio, promocionándo la muestra y aprovechando para ampliar su colección personal con los retratos de la gente que se acerque por La Casa Encendida de Madrid y se someta a sus tiros. Una nota de Alberto G. Palomo para El País:
Bajo el nombre de Photoshooting, Bachler invita a sentarse frente a su cámara y posar para la imagen que saldrá tras apretar el gatillo y disparar un perdigón a la cámara. El orificio creado permite la entrada de luz y, por tanto, la exposición de la figura que está enfrente. El procedimiento es posible gracias a una cámara estenopeica construida por él mismo. Este artefacto, un tanto arcaico, se compone de un cubo de madera con una tapa ajustada por cuatro arandelas, el papel fotográfico donde se imprime la foto y un rectángulo de papel cebolla que tiene que cambiar en cada disparo.
Con esta rústica técnica el fotógrafo crea imágenes de lugares inmóviles y solitarios que se llenan de intriga y movimiento tras el disparo. Bancos vacíos en parques, puertas de edificios, ventanas o caminos componen la veintena de obras que Bachler expone en Madrid.
En una entrevista reciente, el artista alemán sostuvo que la relación entre tiempo y fotografía es un tema eterno. Y lo demuestra con la paciencia que empeña en el proceso de retratar y revelar in situ, junto a la persona inmortalizada, la toma que acaba de hacer. Después del positivado, aclarado y secado de la foto, cada participante en la actividad se lleva la muestra, con la marca del cañón impresa. Para Bachler, un cuadro en la pared es «algo estático» y este experimento le permite interaccionar con los elementos de su propia obra.
Es la primera vez que Bachler se pasa por España. Antes ha estado en Suiza, Austria, Francia, Polonia y Nueva York. Y de momento, Madrid le encanta. Será porque, según comenta con una tímida sonrisa, solo ha visto el espacio reservado a la exposición y «las tapas de por la noche».
Photoshooting permanecerá en La Casa Encendida hasta el 11 de septiembre. Bachler y sus crímenes solo hasta el viernes que viene. Nunca disparar una foto fue tan literal.
Mayor información: Thomas Bachler
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