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«Bestie Feroci Revolution». (Foto: Francesco Piras)
C iudad Juárez, Chihuahua, 12 de julio 2011. (RanchoNEWS).- ¿Tiene sentido la opera buffa, como género artístico, a las alturas de mundo surrealista que vivimos? Desde luego que sí. El humor nos distingue de los animales más inteligentes ¿Puede llevarse al gran público sin respiro, orquestada por solo dos voces, guitarra y teclado puntillista? Lo demostraron ayer los cantautores Fabio Marceddu y Antonello Murgia, en el marco del Napoli Teatro Festival, al frente del espectáculo musical «B.F.R. Bestie Feroci Revolution». Una nota de Maurilio de Miguel para El Mundo:
Todo un recital de pastiche ofrecieron, amalgamando estribillos de la canzione ligera italiana, frente a las estrofas no menos históricas de trovadores protesta como Bob Dylan y George Brassens. Sal y pimienta de cabaret casero fue lo suyo, con atrezzo de ocasión para añadir show de mascarada a cuantos atributos incluye la sátira hecha suma y sigue conceptual de melodías y ritmos: mordacidad, ironía, sarcasmo...
Bien musical se presenta el Festival napolitano de este verano, con teatros como el San Nazzaro, cuya riqueza de estucos no desmerece frente a templos culturales de la ciudad como el San Carlo. Y es que Nápoles abunda en escenarios para la dramaturgia como pocas ciudades españolas, sean sinfónicos, alternativos, de cámara o improvisados sobre su enorme patrimonio arquitectónico. Tal es el caso del Túnel Borbónico, que en el Festival acoge la revisión del mito griego de Ariadna, despavorida tras la ausencia de Teseo por las grutas subterráneas de la ciudad italiana. Rianna o il laberinto reza la revisión que Daniela Sacco ha elaborado dramáticamente, solapando textos al respecto de Homero, Sófocles y Esquilo, pero también de Nietzsche, Ezra Pound, Pavese y nuestra María Zambrano.
Ahora bien, si estos días levanta expectación de públicos el Festival de Nápoles, tras las novedosas puestas en escena de Kafka y Shakespeare, se debe al estreno de la Opera de Tre Soldi, encargada a la orquesta del mismísimo Teatro de San Carlo, en el Real Albergo de Poveri. Bertoll Brecht y Kurt Weill, firmantes de su libreto, no podían imaginar el despliegue de medios postmodernos y multimedia que con el tiempo merecería su creación. Bien vale «tres centavos» escuchar los movimientos operísticos de la mejor música sinfónica italiana, con Luca de Fusco a la batuta y Massimo Ranieri en el papel de Mackie Messer.
Mayor información: Napoli Teatro Festival
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