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El escritor sinaloense. (Foto: Excélsior)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de agosto de 2011. (RanchoNEWS).- Cada vez que Élmer Mendoza usa la frase «hay que quemarle las patas a Judas» está obligado a interrumpir la plática para explicar el origen y significado de la expresión. «Me gusta mucho, pero tengo que decir qué significa y contar la tradición de quién fue Judas; es decir, explicar el universo cultural, el folclor e identidad nacional», confesó el escritor, según un artículo que la periodista Sonia Ávila escribe para Excélsior.
Algo similar sucede cuando se refiere a un amigo como «carnal» y aunque ha tratado de que sus más cercanos aprendan el vocablo, reconoció que pocos entienden su sentido.
«El lenguaje popular del mexicano es muy poderoso, muy fuerte, y una cosa es utilizarlo llanamente y otra explicarlo pero hay que ayudar a que el lenguaje de los, mexicanos sea explicable para todos», afirmó en entrevista.
Ésta será su misión dentro de la Academia Mexicana de la Lengua, como académico correspondiente en Culiacán, Sinaloa, cargo que le otorgó el organismo por su acierto al retomar en sus novelas la voz de los mexicanos, en particular los del norte del país.
Al declararse sorprendido del nombramiento, el autor de Balas de plata, Premio Tusquets de Novela 2007, dijo que aprovechará el espacio para dar mayor reconocimiento y uso a la lengua popular, la que se usa en las calles y define mucho el México de hoy.
Bichi, chola, órale, carnal, piporro y expresiones como «hay que quemarle las patas a Judas» serán algunas de las que el también dramaturgo y cuentista tratará de integrar al Diccionario de mexicanismos, al considerarlos vocablos vigentes que proyectan la cultura del país y, en particular, de su natal Sinaloa.
«Creo que podremos ayudar a explicar lo que tiene que ver con el lenguaje sinaloense que ocupamos, como la palabra bichi, que significa desnudo, y podrá utilizarse en todo el país, y muchas otras expresiones indígenas; qué bueno que podamos decirle a hablantes de otras regiones y países cuál es el origen de nuestras palabras», recalcó.
Para el creador del llamado género «narcoliteratura» entender el origen y sentido de los mexicanismos implica una mayor comprensión entre los mismos hablantes y un reconocimiento a las culturas prehispánicas que, a pesar de la conquista española, permearon con sus dialectos en el español actual; como sucedió en Sinaloa habitada por las tribus los Cahitas, Tahues y Totorales.
«Son parte de nuestra identidad, entonces se trata de un reconocimiento de que los idiomas, aunque se desarrollan en zonas culturales diferentes, tienen la misma base; y el caso de que los mexicanos tengamos una identidad que gire alrededor de ciertas expresiones, creo que es valioso y meritorio de explicarlo al mundo», comentó.
Convencido de que muchas de las definiciones deben precisarse, Mendoza resaltó los casos en que existen más de una palabra para referirse a un objeto o situación: «Recuerdo que en una de las presentaciones de un diccionario comentaron que había como 200 vocablos para nombrar el órgano sexual masculino o femenino, no estoy seguro, pero es parte de la identidad múltiple», dijo.
El catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa explicó que no todos los mexicanismos perduran en el uso cotidiano para «ganarse» un lugar en el diccionario, pues detalló que el lenguaje es móvil y algunas palabras sólo son parte de un momento; como en la cultura del narcotráfico.
«Hay especificaciones dentro de las palabras que utilizan las bandas del narco que no merecen un reconocimiento porque tienen que pasar muchas pruebas de oralidad para que sean tomadas en cuenta y tengan una explicación, y todavía hay palabras que no han superado las pruebas y se pierden», dijo.
En cambio, aseguró que el lenguaje relacionado con la tecnología ha adquirido fuerza porque su inserción en la vida cotidiana es mayor; y no duda que pronto más vocablos sobre computadoras y dispositivos móviles se integren en los diccionarios oficiales.
Al reconocer que el lenguaje de su literatura se desenvuelve en un «territorio denostado», Mendoza garantizó que se comportará al nivel de «seriedad» dentro de la Academia, con la única pretensión de ayudar a la lengua mexicana.
Mayor información: Élmer Mendoza
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