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miércoles, enero 09, 2013

Libros / España: El 80% de los libros antiguos se vende en la red

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Diseño publicitario de IberLibro. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de diciembre de 2012. (RanchoNEWS).- Internet es la cruz y la oportunidad de salvación de los libreros de viejo. Quienes se dedican a la comercialización de libros antiguos (del siglo XVIII para atrás), de viejo (con más de 25 años) y de saldo han encontrado su modo de supervivencia en la Red. Cada vez son menos las personas que se acercan a los establecimientos en los que se arrumban obras impresas en un caos sólo aparente. En cambio, el asentamiento de portales como Iberlibro y Uniliber, que acumulan en su catálogo cientos de millones de volúmenes, ha permitido que muchas librerías salgan adelante en tiempos difíciles. Un artículo de César Diz en el blog Librero de viejo:

Los investigadores y coleccionistas ya no tienen necesidad de ir a la caza del libro raro peregrinando por estas tiendas con sabor de almoneda. De hecho, en muchas librerías el 80% de las ventas se ejecutan por Internet. Hoy, que se celebra el Día del Libro, el gremio se queja de que su público mengua y envejece. Mientras se avecina el imperio de la tinta electrónica, nadie se imagina un recambio generacional de los clientes asiduos a estos negocios vetustos.

Con todo, la decantación por el comercio online conlleva una penitencia. «Se ha duplicado el trabajo. Ahora es necesario actualizar el repertorio y las fichas, contestar a correos electrónicos e informar a los clientes del estado de conservación de un volumen», asegura el presidente del Gremio Madrileño de Libreros de Viejo, Fernando Contreras. Pese a que la Red ha librado de la quema un oficio que Contreras considera se halla en «vías de extinción», Internet es un territorio «descontrolado» y poblado de intrusos.

«Hay gente que se dedica a la venta de libros de segunda mano sin pagar IRPF, IVA ni autónomos», apunta el presidente de la organización. Por añadidura, para funcionar con garantías de éxito es preciso disponer de al menos 20.000 volúmenes, lo que exige el alquiler de un almacén.

Lo nuevo se alía con lo viejo. En un sector tan tradicional como los libreros de lance una multinacional nacida al calor del comercio electrónico como Amazon ha irrumpido con fuerza en el sector. El gigante estadounidense adquirió en diciembre de 2008 la compañía canadiense AbeBooks, que a su vez es propietaria de IberLibro, la web española de compraventa de libros de segunda mano.

En Abebooks están disponibles más de 140 millones de libros antiguos, nuevos, agotados y de ocasión. En Uniliber, además de volúmenes de segunda mano, se pueden adquirir objetos antiguos de coleccionismo.

A diferencia de lo que ocurre en la industria editorial, el público que acude a las librerías de viejo escapa con más facilidad de las modas. Aunque es un tiempo de vacas flacas, ahora el gusto dominante se inclina por los libros de cocina, de caza y el libro local anterior a la Guerra Civil. También gozan de buena acogida los que versan sobre oficios artísticos y los de viajes, mientras que los de caza y los taurinos tuvieron su época de esplendor hace unos años.

Entre las joyas que vende Contreras figura un manuscrito original de Emilio Arrieta, un músico navarro que fue maestro de Isabel II. La pieza en cuestión es la partitura de una canción caligrafiada con tinta dorada que se vende por 7.500 euros. No obstante, se puede ser un bibliómano por precios asequibles.

«Cualquiera puede comprar una edición de Calderón, Quevedo o Lope de Vega del siglo XVIII por 300 euros», dice Contreras. «Y las primeras ediciones de Galdós, Juan Valera o Alarcón están tiradas de precio».

Los libros del siglo XIX, hechos con papel de mala calidad y componentes químicos que los hacen perecederos, están bastante depreciados. No ocurre lo mismo con los del XVIII. El Siglo de las Luces constituye la edad de oro de la imprenta. Los libros de la Ilustración son los más codiciados por los coleccionistas. No en vano, fue en esa época cuando mejor se editaba, con márgenes amplios y excelentes materias primas. Si además se hallan bien encuadernados, con estampaciones y encuadernaciones cuidadas y atractivas, los precios pueden ser exorbitantes.

Una obra que apetece poseer a cualquier bibliófilo es la primera edición de El Quijote publicada por la Real Academia en 1780. Entonces se convocó un concurso para ilustrar la novela, al que se presentó Goya con dos estampas que al final fueron desechadas. Esta obra que los coleccionistas ambicionan ronda los 15.000 euros.

Frente a estos precios desmesurados, los libreros de lance ofertan ejemplares por unos pocos euros, y a veces ni siquiera eso. En la era de Google y Wikipedia son muchos los que quieren deshacerse de sus viejas enciclopedias y colecciones. «No las queremos ni regaladas. La enciclopedia Espasa, que es inmejorable, no se vende ni poniendo a 50 céntimos el tomo», arguye Contreras.


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