C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2020. (RanchoNEWS).- Y la frase hecha tiene en su caso una pertinencia cabal. Refractario a las modas, renuente a incorporarse a la industria, realizó películas innovadoras, arriesgadas, sobre temas diversos, con tratamientos radicalmente distintos entre una y otra, y siempre rodeadas de un aura contestataria, militante, desde una izquierda heterodoxa, irreverente y marginal. A continuación, apenas unas notas sobre cuatro de sus películas.
Hace exactamente cincuenta años, Leduc inició la filmación de Reed, México insurgente, largometraje producido de manera independiente en blanco y negro y en 16 milímetros que estalló como una bomba a la mitad de un cine inercial y acomodaticio. Un cine que irradiaba melodramas convencionales, historias edificantes más bien moralinas, comedias insulsas, remembranzas de una revolución no sólo petrificada sino vacía, westerns que seguían los pasos perdidos de Hollywood e historias juveniles narradas por los prejuicios de sus abuelos. Un cine congelado, previsible, que extravió su aliento creativo.
El texto de José Woldenberg es publicado por el suplemento El Cultural de La Razón