C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de febrero de 2021. (RanchoNEWS).- «¿Quién quiere nacer humano?», se preguntan Maria Arnal y Marcel Bagés en «Fiera de mí». La canción pertenece a Clamor, un disco impresionante que habla sobre la diminuta escala humana en el seno del cosmos y nuestra aspiración, en plena crisis del Antropoceno, a comunicarnos con otras especies. La música, las artes o las narrativas no están solas en su exploración de las relaciones de traducción, amistad y amor entre seres de naturalezas distintas: la ciencia está cada vez más cerca de lo que hasta ahora parecía ficción especulativa. La interpretación de la comunicación entre animales.
Los perros de las praderas poseen una de las formas de comunicación no humanas más complejas, los cantos de las ballenas cuentan con su propia sintaxis y los delfines se llaman entre ellos con sonidos concretos que equivalen a sus nombres. Después de décadas de investigación especializada en ciertos individuos o comunidades, el desarrollo exponencial de la computación y la inteligencia artificial ha provocado la llegada de aproximaciones de conjunto a los códigos animales. Se trata de sistemas capaces de estudiar los patrones de sus estrategias de intercambio de información. Para traducirlas.
El texto de Jorge Carrión lo publica The New York Times