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La creación de los artistas Anna Galtarossa (italiana) y Daniel González (argentino) flota en el lago mayor de la segunda sección del bosque de Chapultepec. (Foto: Cristina Rodríguez)
M éxico, 26 de abril,2007. (Merry MacMaster/La Jornada).- El «sueño mexicano» en forma de «ciudad inmigrante» flota hasta el primero de mayo en el lago mayor de la segunda sección del bosque de Chapultepec, antes de emprender el camino a Tijuana donde, como cualquier indocumentado, intentará cruzar la frontera y continuar su trayecto a Echo Park, en Los Angeles, y otras ciudades estadunidenses adonde suelen dirigirse los migrantes nacionales.
Lo más curioso es que el proyecto fue soñado por un argentino, radicado en Alemania, y una italiana, ella sí, domiciliada en Nueva York. Dice Anna Galtarossa: «intentamos hacer el sueño mexicano en Estados Unidos. En vez de tener el american dream, ahora tenemos el mexican dream».
Daniel González, por su parte, reconoce que «es el México de los extranjeros. Anna es italiana y yo soy argentino, entonces, qué México podemos representar si no ése del que nos enamoramos. Es un México hecho por amor. Y cuando uno se enamora no ve las arrugas ni los dientes torcidos». González se enamoró, entre otras cosas, de los grafitis y los dichos populares.
Dos mil botellas de deseos
Intitulado Chili Moon Town Tour, se trata de llevar «un poquito de casa, origen e identidad» a los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. La ciudad se puede visitar en lancha, que penetra por un túnel la estructura construida con 10 toneladas de acero sobre 90 barriles de 200 litros, con todo y cascada, y decorada también en el interior. De acuerdo con González, la pequeña urbe se va a llenar de 2 mil botellas de deseos.
Cuando la ciudad arribe a Tijuana, en tres camiones, «tendrá el mismo problema que los mexicanos tienen para entrar al vecino país. La misma ciudad se personifica en un inmigrante, entonces, se llevará un poquito así de una emoción de adentro de ver imágenes, significados que pueden pertenecer a la vida diaria y a la fortuna mexicana», explica el artista argentino.
El año pasado, Daniel González realizó un performance dentro de la Feria de Arte Contemporáneo Maco. Durante una cena en un restaurante con vista al lago mayor, Galtarossa le dijo,«allá vamos a hacer una ciudad», comentario que aquél no tomó «demasiado en serio».
Si al principio el dinero para Chili Moon Town Tour salió de los bolsillos de los mismos artistas, después surgió la posibilidad de «vender» los departamentos ubicados en los diferentes edificios.
«Vendimos cuatro edificios enteros», apunta González, quien calcula los costos de la instalación en «alrededor de 200 mil dólares». Las personas que «compraron» un espacio recibirán, a cambio, un título de propiedad avalado por la neoyorquina galería Spencer Brownstone y, dependiendo de la «inversión», podrían alcanzar una escultura en forma de portallave, por ejemplo.
Para concretar el proyecto, los artistas contaron con el apoyo de Ideurban, compañía constructora que facilita ahora un conjunto residencial aún en obra negra para efectuar Maco: México Arte Contemporáneo, que concluirá el 29 de abril. También recibieron ayuda de estudiantes de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.
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