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Mónica González Dillón, directora de Fomento a la Lectura, de Conaculta. (Foto: José Huesca)
C iudad Juárez, Chihuahua, 20 de enero, 2009. (RanchoNEWS).- Los autores que forman la delegación mexicana han sido ya traducidos al francés. Una nota de Jesús Alejo para Milenio:
Una de las industrias editoriales más influyentes en el mundo es la francesa, con sellos emblemáticos como Gallimard y más de 120 millones de libros vendidos cada año, pero en la cual las letras mexicanas habían tenido poca presencia.
Más allá de Carlos Fuentes, Octavio Paz, «un poco Juan Rulfo y Paco Ignacio Taibo II y ya», reconoce Philippe Olle-Laprune, quien se encarga de la coordinación de actividades de la presencia mexicana en el Salón del Libro de París, la cual, se espera, pueda contribuir a llenar una vacío producido a lo largo de décadas.
«Se trata de mostrar lo que es el mundo editorial mexicano y, especialmente, la edición literaria, que la gente allá no conoce. Hay un discurso oficial de intercambios, pero en la realidad es muy artificial. Para parte de los lectores franceses existen unos cuantos, entonces queremos mostrar que hay una cosa mucho más plural».
En la que se considera como la feria del libro más importante en Francia, a desarrollarse del 13 al 19 de marzo, el salón es organizado por el Sindicato Nacional de la Edición, que agrupa a los editores franceses, «por lo tanto es un salón con un estatus profesional de alto nivel, no es una actividad estatal impuesta, viene de los actores más importantes del mundo editorial, como son los editores».
Para Mónica González Dillón, directora de Promoción y Fomento a la Lectura, de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, debe destacarse que la invitación no es al país, sino que se pretende poner en valor a la literatura, con lo que se convierten en una gran oportunidad para el desarrollo de la cultura mexicana y de la industria editorial.
«Calculamos que los próximos tres años, autores mexicanos tendrán grandes probabilidades de poder editar en Francia y tener libros traducidos. El francés es un lector curioso y con una buena promoción podemos hacer que se genere un mayor número de títulos».
La delegación mexicana estará representada por una lista de 40 escritores, entre quienes figuran Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Margo Glantz, Fabio Morábito, David Toscana, Daniel Sada, J. M. Servín, por mencionar sólo a algunos, quienes fueron seleccionados por los mismos editores franceses, especificó González Dillón.
«Ellos fueron elegidos por el Centro Nacional del Libro —lo que sería la Cámara Nacional de la Industria Editorial en México—, con base en los libros traducidos al francés: ninguno de los que estará en París no ha sido publicado allá. Tenemos de todos los géneros: va poesía, dramaturgia, novela histórica, literatura en lenguas indígenas. Claro, en esto nunca nadie está completamente de acuerdo, pero nosotros aquí no fuimos jueces; al final, buscan promover a sus propios autores».
Desde la perspectiva de Philippe Olle-Laprune ya comienza a notarse en París el interés por la presencia mexicana en el Salón del Libro, lo que se nota en el interés de la prensa y hasta de los editores franceses, «cada uno va a cuidar a su autor mexicano y lo van a promover mucho».
«Que yo sepa serán 38 novedades las que se van a publicar en francés de literatura mexicana, de esas 17 son autores traducidos por vez primera, lo cual es realmente notable», concluye.
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