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La artista francesa, al centro, charla con alumnas de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH. (Foto: Carlos Cisneros)
C iudad Juárez, Chihuahua, 28 de enero, 2009. (RanchoNEWS).- «Vivimos un momento en que la fotografía empieza a ser reconocida por el público»: Anne Cartier-Bresson. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Anne Cartier-Bresson aprendió a ver la fotografía desde niña, «no sólo la imagen, sino el objeto original». En contraste con su afamado tío, el fotógrafo Henri Cartier-Bresson (1908-2004), considerado por muchos el padre del fotorreportaje, Anne se ha dedicado a conservar este medio, que se remonta a 1839.
Conservadora general del Archivo Fotográfico de la Ciudad de París desde 2007, Anne se encuentra en México para impartir un curso dentro de la novedosa especialidad en conservación y restauración de fotografías, programa internacional, que a partir de agosto se ofrecerá en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Hoy, a las 19:30 horas, dictará la conferencia Estrategias de conservación y difusión del patrimonio fotográfico: las colecciones fotográficas de París, en la Alianza Francesa (Sócrates 156, Polanco).
Para la entrevistada «estamos en un momento en que la fotografía empieza a ser realmente reconocida por el público». De modo que «los archivos fotográficos y la fotografía en los museos o en las instituciones públicas cada vez reciben más peticiones para su exposición o digitalización por medio de Internet. Así que debemos tener procedimientos para conocer mejor el material fotográfico histórico ahora que las técnicas fotográficas cambian mucho.
«Nuestro objetivo –continúa Anne Cartier-Bresson– es en efecto como el de un arqueólogo o pintor, ya que la conservación debería enfocarse en el material de la historia de su medio. Quisiéramos hacer lo mismo con la fotografía, al considerar que es un objeto, no sólo una imagen, y un objeto creado desde mediados del siglo XIX, XX y el comienzo del XXI. Entonces, debemos tener esta pericia respecto de qué es el objeto, cómo analizarlo, conocerlo mejor y hacerlo accesible para el público, y eso significa preservarlo».
Las colecciones fotográficas de la ciudad de París comprenden cerca de 8 millones de fotos y se localizan en diferentes museos, archivos, bibliotecas, instalaciones municipales e instituciones del Estado.
La alcaldía de la capital francesa cuenta con presupuesto para adquirir obras de arte o documentación. Y como la fotografía «claramente es una obra de arte», cada museo está en posibilidades de apelar a la comisión correspondiente para comprar esos materiales. Mucha obra también entra a las colecciones mediante donación de particulares.
¿Desaparecerá la fotografía análoga?
No, pienso que se está convirtiendo en algo más para los artistas. Muchos ahora recrean los procesos históricos. Para el libro que acabo de escribir, El vocabulario técnico de la fotografía (2008), más que con historiadores de arte, trabajamos con artistas que emplean la fotografía y descubren procesos históricos mediante la historia del medio, así que hacen daguerrotipos o procesos históricos para sus propias necesidades Creo que habrá interés por la fotografía análoga.
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