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Ireri Mugica, integrante del proyecto. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de mayo de 2009. (RanchoNEWS).- La nueva compañía dancística contemporánea está conformada por tres egresadas de la Escuela Nellie y Gloria Campobello, según informa desde la Ciudad de México la agencia Notimex:
Tres jóvenes bailarinas se integran al gremio dancístico nacional con su compañía Chicken Democracy, después de recibir una ardua enseñanza de la academia y de realizar algunas presentaciones.
El grupo buscará sobresalir de entre las diversas propuestas dancísticas contemporáneas que existen en México, siguiendo dos claras filosofías: romper las barreras estéticas y hacer piezas que hablen de la vida cotidiana, más cercanas a la población.
Por su ímpetu por hacer arte y de destacar en el medio cultural, así como por su claridad en el proyecto, las jóvenes Ireri Mugica, Jazmín Rodríguez y Alejandra Páramo han sido merecedoras de una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) de Conaculta, dentro del Programa Apoyo a la Profesionalización de los Egresados, en la modalidad de creación de materiales.
Ireri Mugica es quien encabeza esta agrupación. En entrevista, la joven de 22 años de edad comparte algunos de los aspectos que dieron origen a Chicken Democracy, que hará su debut oficial en el Centro Cultural Los Talleres, así como de sus perspectivas profesionales.
La bailarina jamás pensó que la muerte de su padre iba a ser determinante en la fundación de la compañía, pues el duelo y la confrontación de sentimientos la hicieron alejarse de su tierra y viajar a Israel, donde estuvo trabajando en una compañía dancística.
Estar en ese lugar y alejada de su cultura, le permitió entender que tenía mucho que ofrecer a través de este arte.
Si bien es una disciplina artística que ha amado desde niña, Mugica confiesa que tan pronto terminó sus estudios en la Escuela Nellie y Gloria Campobello descubrió que no tenía ningún proyecto personal para proponer.
Dicha situación, sumada a la pérdida de su progenitor y su residencia temporal en Israel, le permitieron experimentar un
despertar estético.
«Reflexioné que nadie iba a venir a invitarme a ser parte de un grupo, no obstante que tengo muchas cosas que decir, bailar y enseñar. Así que a mi regreso a México, busqué a mis compañeras de escuela para iniciar una aventura nueva, fuera de las aulas. Así empezamos a hacer nuestros pininos», relató.
En ese tiempo se enteran de la convocatoria para obtener una beca del Fonca, por lo que decidieron participar: «era justo lo que necesitábamos, así que metimos nuestro proyecto. Siempre nos sentimos confiadas porque sí está sustentada la creación del grupo. Somos jóvenes, pero muy profesionales, conocemos la disciplina, lo que es pisar un escenario y hemos practicado la docencia. Teníamos todo para ganar el apoyo, y lo conseguimos».
Refirió que con ello se cumple un sueño, «aunque difícil», expresa, «cuando la gente sabe que tenemos beca nos felicitan y alaban, pero no saben que el trabajo apenas comienza».
Además, explicó, que eso implica mucha responsabilidad, sin embargo, «la motivación vuelve cuando recuerdo que el jurado nos eligió no por ser familiares o amigos de nadie. Yo no conozco a ninguno de los que nos eligió, lo que me da a entender que el proyecto se defiende por sí solo, porque es honesto».
Chicken Democracy busca el respeto a la individualidad de cada integrante, lo que significa que el grupo se enriquecerá con la diversidad de propuestas de los bailarines que sean invitados a ser parte de sus filas.
Asimismo mantendrán alejamiento de cualquier moda o arquetipo dancístico que limite su proceso creativo y finalmente crearán piezas cuyo contenido establezca empatía con el espectador, esto es, coreografías que planteen situaciones cotidianas.
Externó que le están apostando a un trabajo creativo plural, «pues mientras una compañera está más cercana al género clásico, yo estoy más apegada a lo plástico. Así que nuestras primeras coreografías surgirán de un trabajo colectivo, de una mezcla de estéticas».
Agregó que «hay muchos grupos y mucha competencia, pero con honestidad considero que escasos son los que tienen un estilo definido y de calidad. Hay mucho refrito del refrito, yo como espectadora y como intérprete lo veo».
Estimó que hay más agrupaciones pretensiosas que propositivas, auténticas e interesantes y que su grupo se está enfocando a hacer una danza para aquellas personas que no son tan asiduas a estos espectáculos.
La también coreógrafa comenta que no quieren ofrecer funciones comunes, sino al final de cada una sentarse con el público para conocer sus puntos de vista sobre lo que vieron en el escenario y estar abiertas a las críticas para mejorar.
Una muestra de ese estilo es su primer espectáculo coreográfico: El Primer Ocho, que se estrenará los días 19, 20 y 21 de junio en Los Talleres, tres funciones significativas para sus integrantes.
Para Mugica, estos primeros pasos son trascendentales para después andar con paso firme por los caminos en que andarán ella y sus compañeras bajo el nombre de Chicken Democracy.
Después de esta breve temporada, tienen contemplado como parte de la beca trabajar de manera conjunta con exponentes ya destacados en este arte, como es el caso de Antonio Salinas y Beatriz Madrid, directora de Foramen M. Ballet. También impartirán cursos, talleres y conferencias.
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