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El arquitecto. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de mayo, 2009. (RanchoNEWS).- El laureado arquitecto y urbanista afirmó que fue gracias al autor que ingresó en este arte de planear, proyectar, diseñar y construir espacios habitables. Una entrega de Notimex:
Convencido de que la arquitectura es una disciplina al servicio del hombre, el laureado arquitecto y urbanista Pedro Ramírez Vázquez (1919) aseguró que su incursión en este arte se lo debe al escritor, ensayista y poeta mexicano Jaime Torres Bodet (1902-1974).
Durante una charla que ofreció la víspera en el Museo Soumaya por sus 90 años de vida, el autor de obras como el Estadio Azteca, la Basílica de Guadalupe y el Museo Nacional de Antropología afirmó que fue gracias al autor que ingresó en este arte de planear, proyectar, diseñar y construir espacios habitables.
«A través de él comencé a captar la arquitectura y su interés, y la seriedad con la que debemos aportar los espacios en el que mexicano va viviendo», señaló.
El destacado urbanista hizo un recorrido histórico por su vida, así como por la de Torres Bodet, a quien conoció en la década de los 50.
Afirmó que en dos ocasiones, Torres Bodet fue un gran servidor público, sobre todo cuando desempeñó el cargo de secretario de Educación Pública durante el mandato de Manuel Ávila Camacho.
Detalló que de 1958 a 1964 ocupó por segunda vez el cargo de secretario de Educación, periodo en que inició un plan de 11 años para resolver el problema de la educación primaria en el país.
Dijo que en ese lapso trabajó estrechamente con la economista Ifigenia Martínez, fundando la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y promoviendo varios museos, entre ellos, el de Antropología y el de Arte Moderno.
Destacó que el también director general de la Unesco de 1948 a 1952, además de dar auge al programa nacional de construcción de escuelas, brindó coherencia doctrinaria a la educación mexicana.
Recordó que al fundar el Comité de Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, Torres Bodet se dio a la tarea de buscar a los mejores arquitectos de México, para llevar a cabo su proyecto de construcción de centros educativos en todo el país.
Dijo que su primera asignatura pública la obtuvo por casualidad a los 25 años, en 1944, cuando el arquitecto designado para dirigir el proyecto de construcción de aulas rurales en Tabasco canceló a última hora.
Ramírez Vázquez se ofreció como voluntario y el arquitecto José Luis Cuevas, entonces director del CAPFCE, aceptó con la anuencia del secretario de educación pública de aquellos años, Jaime Torres Bodet.
Mencionó que la experiencia en Tabasco fue definitoria, pues ahí se enfrentó por primera vez con los desplantes de la clase política nacional que más adelante aprendería a controlar e incluso a utilizar a su favor.
Durante este periodo, Ramírez Vázquez indicó que llegó con la idea de construir al mismo tiempo que estas aulas, casas para los maestros, con el fin de que vivieran en condiciones más dignas.
«Los tiempos eran otros, pero cuando ya las teníamos que realizar, no había manera de hablar por teléfono y pedir cierto número de material», añadió.
Subrayó que las instrucciones de Torres Bodet, era que cada escuela tuviera su propio espacio.
Indicó que luego de conocer al presidente Adolfo López Mateos, su relación con el ex mandatario le ayudó para colocarse en la mira de los grandes constructores y a ser el elegido para los grandes encargos públicos.
Agregó que con López Mateos, vio su gran anhelo cumplido de diseñar una serie de museos públicos que lo colocarían en la cima de la escena arquitectónica nacional.
Refirió que la culminación de esta serie de espacios culturales fue el Museo Nacional de Antropología, recinto construido en tan sólo 19 meses y que se convirtió en el gran templo que albergaría el corazón de la cultura nacional.
Tras hacer un breve recuento de su juventud, el destacado arquitecto, acompañado por amigos y familiares, agradeció a las cerca de 30 personas que se dieron cita en la Sala Julián Slim, del recinto ubicado en Plaza Loreto.
Nacido el 16 de abril de 1919, Pedro Ramírez Vázquez es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha sido catedrático en «la máxima casa de estudios» y también miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
Fue además presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de 1968 celebrados en la Ciudad de México, colaborando en el diseño de la imagen gráfica de los juegos.
Es autor también el estadio Cuauhtémoc, en Puebla; la Basílica de Guadalupe, el Palacio Legislativo de San Lázaro, el Museo Nacional de Antropología y el Museo de Arte Moderno, entre otros recintos.
Arco Bicentenario, Pedro Ramírez Vázquez
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