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San Juan Bautista, de Murillo. (Foto: Archivo)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 24 de agosto 2010. (RanchoNEWS).- Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) utilizaba mucho esmalte azul en sus cuadros, bermellón, lapislázuli, blanco de plomo, laca roja, massicot (óxido de plomo), amarillo de plomo y estaño, malaquita, carbón vegetal o negro de huesos (obtenido calcinando huesos de animales). Son las conclusiones de un equipo del Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla (del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), la Universidad de Sevilla y el Museo de Bellas Artes de la capital andaluza tras estudiar, con rayos X, tres de sus obras: Virgen con Niño, San Juan Bautista y San José y el Niño. Una nota de Laura Contreras para El País:
Los científicos elaboraron una estratigrafía, un corte transversal del material disponible, con el objetivo de examinar de qué manera el pintor sevillano fue incorporando los diferentes estratos con las capas de color al lienzo.
De este trabajo se concluyó que la capa de preparación que usaba Murillo estaba formada por calcita, cuarzo, dolomita y arcillas mezcladas con óxidos de hierro. La capa de imprimatura, un estrato intermedio que algunos pintores daban entre la capa preparatoria y la capa de color para conseguir algún tipo de efecto final, estaba formada por blanco de plomo (cerusita e hidrocerusita) y otros compuestos, como arcillas, calcita, dolomita y óxidos de hierro.
La técnica empleada, microdifracción de rayos X, sustituye a la convencional difracción de rayos X en polvo, que necesita mayor cantidad de muestrario y, además, no permite saber a qué estrato pertenece cada material extraído porque el proceso destruye por completo el ejemplar. Hasta ahora, la técnica utilizada solo podía aplicarse con tan poca materia en grandes instalaciones, como los sincotrones.
El director del estudio, publicado en portada en la revista Analytica Chimica Acta, el investigador del CSIC Adrián Durán, ha señalado que «los pigmentos observados en estas tres obras también han sido detectados en lienzos de otros pintores del siglo XVII, como Ribera, Valdés Leal o Bocanegra». Pero ninguno de los mencionados utilizaba «tanta cantidad de esmalte azul» como la encontrada en las obras del pintor sevillano.
El equipo de laboratorio usado ha sido desarrollado en los laboratorios del Museo del Louvre, donde Durán ha trabajado durante dos años, y ensayado en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
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