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Chris Evans en el papel del héroe de cómic. (Foto: El País)
C iudad Juárez, Chihuahua, 5 de agosto 2011. (RanchoNEWS).- Justo ahora que la prima de riesgo cabalga desbocada hacia nuevos e insospechados límites y que esa entelequia llamada Los Mercados se comporta con la tenacidad maléfica de un supervillano embarcado en la dominación mundial, quizá todo esto sólo sea capaz de arreglarlo un superhombre. En un entorno en crisis general, el género de los titanes parece el único en disfrutar, convenientemente empaquetado desde Hollywood, un reverdecer económico. Y creativo. El viejo Capitán América vuelve renovado a los cines en una cinta, sorprendentemente bien acogida por la crítica y subtitulada El primer vengador. Hasta lograr el veredicto del público español, ya aspira al título de mejor película del lote de filmes de superhéroes en un verano cargado de ellos: durante los tres últimos meses se han estrenado otros tres grandes titanes: Thor, X-Men y Linterna verde. Salvo esta última cinta, considerada un fracaso pese a los cerca de 80 millones de euros que lleva en la taquilla estadounidense en menos de un mes, el resto figura entre los títulos más lucrativos del año. Una nota de Rocío Ayuso/J.R. Marcos para El País:
¿Será que en tiempos tan malos como estos acudimos el cine en busca de la clase de salvación que solo aguarda en la ficción? «En una época gris de seres repetidos en la que la gente tiende a la uniformidad y en la que el individuo no tiene ningún papel ni en la guerra ni en la economía, el héroe es la compensación, la imagen de un individuo glorioso», admite Carlos García Gual, catedrático de griego de la Universidad Complutense y autor de Diccionario de mitos (Siglo XXI). Un volumen en el que junto a Hércules y Odín, incluye a Superman. «Pero el esplendor de personajes como el Batman o Spiderman tiene que ver sobre todo con la cultura popular, que siempre necesita relatos con héroes, y para nosotros ese papel lo juegan los del cómic y el cine. La eterna tendencia popular a buscar héroes –la mayoría tomados del esplendor del tebeo en los años cincuenta– marca más su actual renacimiento que el vivir en crisis».
No hay duda de que tanto en el terreno de la aritmética como en el de las noticias, los datos son tozudos. El primer vengador llega a nuestras pantallas avalado por un inesperado éxito en taquilla. Y sólo ayer tuvimos buenas nuevas de viejos conocidos. El mundo (y sobre todo esa parte tan ávida del mundo llamada fans) descubrió la imagen que gastará Henry Cavill (Los Tudor) en la próxima versión de Superman (para 2013, de la mano del realizador Zack Snyder), así como el aspecto del próximo Batman, versión Caballero Oscuro (dirige Christopher Nolan y protagoniza Christian Bale).
¿Por qué entonces se da cíclicamente por muerto al género? «Solo necesitas una película que pinche para que vengan los de siempre a hablar del cansancio de los superhéroes. Pero no es así. Mientras las películas sean buenas, el público no se cansará», asegura el productor Kevin Feige. Habla como parte muy interesada. Presta su rostro al sello Marvel. Sólo esta editorial, ahora uno de los estudios más punteros en Hollywood, cuenta con miles de superhéroes que convertir en la próxima franquicia con éxito. Y a juzgar por la cartelera que nos viene, están dispuestos a cumplir la amenaza.
En el extremo opuesto del cuadrilátero, los estudios Warner no piensan quedarse a esperar y encajar los golpes. Pese a las críticas recibidas por su Linterna verde, la segunda entrega es toda una realidad que probablemente adquiera el mismo tono esmeralda, aunque un poco más oscuro. Además, piensan explorar el universo de los cómics de DC (Warner creó DC Entertainment con ese objeto en 2009). Esto es, las historias de superdotados como Wonder Woman o Flash Gordon.
Queda preguntarse hasta cuándo subirá la fiebre por las historias titánicas. «Uno siempre se preocupa, claro», continúa Feige. «¿Hasta cuándo funcionará el invento? Llevo una década preocupándome y seguimos adelante así que, así sea». «El cine es el ámbito natural para ese resurgir porque en la gran literatura –para entendernos, la novela– el héroe ya no existe», interviene García Gual. «Solo hay que pensar en la novela policiaca: sus protagonistas son casi siempre fracasados, antihéroes. Nuestra visión del héroe es irónica, de papel, algo muy distinto del lugar que tenían en Grecia, donde eran representantes de la colectividad».
Algo alejado de estas sutilezas intelectuales, el mortal de 30 años que da vida al nuevo Capitán América, el actor Chris Evans, mostraba en un reciente encuentro con la prensa un aspecto más bien cansado. Acaso fuera porque entre la saga del titán estadounidense y la de Los Vengadores (en la que también participará) le esperan 10 años de interpretar a tipos con superpoderes. O a lo mejor es porque su personaje se enfrenta a Cráneo Rojo, némesis más célebre de Capitán América y un supervillano aliado con las huestes del Tercer Reich. La mismísima encarnación del Gran Mal.
Mayor información: Captain America
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