Nacido en Sevilla en 1934, es un pintor que ha hecho de la experimentación un motivo de su obra. (Foto: Archivo)
C iudad, Juárez, Chihuahua, 13 de enero 2012. (RanchoNEWS).- Con el psicoanálisis compara el artista español Luis Gordillo la forma como construye su obra: de la libertad y el placer pasa al control, a lo frío y racional. Una nota de Sonia Sierra para El Universal:
Premio Velázquez en 2007, Luis Gordillo (Sevilla, 1934) es un pintor que ha hecho de la experimentación un motivo de su obra; aún antes de que lo digital abriera horizontes al arte, el español había hecho de la innovación una forma de trajo; aunque sus motivos son abstractos, su arte va más allá de esta categoría.
A pesar de que a lo largo de su carrera ha convivido con la sentencia que decreta la muerte de la pintura, el artista persiste en la búsqueda de formas, técnicas, formatos, planos, y crea una pintura cargada de color, que integra acrílico y óleo; collage y fotografía; gráfica y digital, y que se estructura en múltiples planos.
Por primera vez en esta ciudad se presenta una exposición individual con sus pinturas: Oxigenando, una de las cuatro muestras que abre al público este fin de semana la galería Luis Adelantado. Son 38 pinturas en diferentes formatos; se trata de obras creadas en los dos últimos años, muchas de ellas, como la que da nombre a la exposición, en forma de series, a las que el artista ha dedicado una investigación específica.
La energía del color
Oxigenando es obra digital formada por ocho unidades; el nombre remite a producir energía; para Gordillo, su obra en general, por el color, tiene esa constante de energía y actividad.
«A lo largo de mi vida el color ha cambiado –cuenta el artista en entrevista telefónica desde Madrid–. He tenido momentos monocromos, momentos con color más apagado y momentos muy vibrantes de color; cuando empecé a ser conocido en España había roto con el color de la anterior generación a mí, que era la del Informalismo español: Tàpies, Millares, Saura, que todo lo hacían en blanco y negro o en colores muy apagados. Actualmente puedo hacer obras con un color distinto, me doy mucha libertad a la hora de trabajar, no me pongo grandes moralinas, moralidades. Pretendo ser lo más libre posible y, la verdad, es que me permito todos los caprichos posibles».
A menudo, Gordillo acude a imágenes del psicoanálisis para explicar mucho de su proceso creativo; dice por ejemplo que romper con aquella generación de pintores no fue un corte de una manera edípica, en el sentido de ir en contra de los padres, sino que fue un cambio poco a poco.
El color que abunda en su obra no es una suerte de desafío político al Franquismo, al fin y al cabo «los artistas que pintaban con un color oscuro no eran nada franquistas; los intelectuales en el fondo eran todos antifranquistas» y aclara que en su paleta hubo más bien influencia de otras estéticas como el pop art.
«No fue un desafío a un momento político. Mi pintura nunca la he mezclado con política, una cosa son mis ideas políticas, que expreso cuando hace falta, y otra es mi pintura».
Gordillo emplea muchas técnicas mecánicas desde los años 70. Trabaja con fotografía, fotomecánica, offset, y luego con la computadora.
«La pintura, para mí, es una comunicación con el fondo de mi personalidad pero después, a través de esas técnicas, pretendo neutralizar y distanciarme algo de ese momento, entonces se convierte en una obra más calculada. Ésa es la base de mi obra: esa contradicción entre el calor de la expresión y esa lejanía que pretendo con esas técnicas. Está el deseo de jugar con la pintura, ese placer casi erótico, sensual, pero por otro lado tengo la necesidad, tal vez la obsesión, de un control muy neurótico de enfriar todo eso. Esa estructura es paralela al psicoanálisis; he hecho tratamientos y veo que da una libertad extrema al paciente para que se exprese de la manera más caótica que quiera, pero también, a lo largo de tantas sesiones, va coagulando el pensamiento».
Obsesión por la pintura
En muchas obras finales, Gordillo incorpora la exploración e investigación; primero fotografía el proceso de los cuadros, la vida en el estudio, y ese material lo emplea, a menudo, para nuevas imágenes a base de collages o transformaciones digitales.
«Busco que el cuadro se expanda y adquiera dimensiones más importantes que el mismo cuadro; de hecho, lo haría más a menudo si se respetara esto por los compradores».
Tras estudiar Derecho, Gordillo se formó en Bellas Artes, en Sevilla; hace 60 años comenzó a crear arte.
«Mi vida está dedicada a la pintura, soy bastante obsesivo, a veces no me comprendo, ¿por qué esa obsesión mía por la pintura? Trabajo todo lo que puedo, aunque últimamente me voy cansando más».
Desde finales de los 60 se ha habla de la muerte de la pintura, ¿qué piensa de esas ideas?
Yo me he enfrentado desde que estoy en esto con esa posible muerte de la pintura, ya en los 60 con la aparición del Minimalismo y del Arte Povera y de todos esos ismos, parecía que la pintura desaparecía, en los 80 hubo una vuelta y en los 90 volvió a caer otra vez. Realmente la pintura está viviendo una crisis en las grandes bienales, en la Documenta de Kassel; donde no hay comercio, la pintura apenas existe. Yo soy consciente de ese problema, lo he sido siempre, para mí ha sido un dolor de cabeza constante porque la pintura ahora es minoritaria en las artes visuales. No sé qué va a pasar en el futuro, si se termina la pintura será después de que yo termine esta vida.
Gordillo es especialmente cercano a muchos artistas jóvenes en España; desde los años 70, con grupos como Los Exquizos, ya se seguía su pintura. Es considerado como uno de los artistas más influyentes en las generaciones posteriores a él.
¿Cómo fue ese proceso de incorporar lo digital a su obra?
Cuando he contactado con el ordenador [computadora], hace ya tiempo, encontré una diferencia abismal. Todo lo que venía de antes era casi infantil, a nivel técnico, comparado con el ordenador; trabajar en el ordenador es algo como mágico, me excita muchísimo todo lo que aparece en la pantalla.
Además de la galería Luis Adelantado, Gordillo inaugura este mes exposiciones en museos de Portugal y en Guatemala, y prepara una muestra para el Museo de Málaga. La galería Luis Adelantado está en Laguna de Términos 260, colonia Anáhuac.
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