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Obra de Gerardo Murillo (Dr. Atl) incluida en la exposición inaugurada el pasado viernes en el Instituto Cultural Cabañas, en la capital jalisciense. El también escritor y vulcanólogo invirtió 10 años en estudiar el Paricutín y en 1950 publicó el libro Cómo nace y crece un volcán. (Foto: Arturo Campos Cedillo)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 11 de noviembre de 2014. (RanchoNEWS).-La exposición titulada Dr. Atl: rotación cósmica a cincuenta años de su muerte, inaugurada el pasado viernes en el Instituto Cultural Cabañas, reúne en cuatro salas 34 pinturas, 27 dibujos, 11 fotografías y tres documentos procedentes de museos y colecciones privadas. Reporta desde Guadalajara Juan Carlos G. Partida para La Jornada:
La curaduría, realizada por Carlos Ashida, destaca la noción científica que caracterizó la obra del pintor, escritor y vulcanólogo y la divide en siete temas, incluidos trabajos de los 10 años que dedicó al estudio del Paricutín a partir del nacimiento de ese volcán, en Michoacán, en febrero de 1943.
«El Dr. Atl profesó con mucha convicción que el artista es un protagonista dentro de la sociedad, que no nada más posee una destreza y una capacidad excepcional para ejercer su arte, sino que éste debe tener una consecuencia social, y la segunda convicción que está presente en la estructura curatorial es que Atl creía que el arte era una forma de conocimiento con la misma solvencia que la ciencia», explicó Ashida.
En la muestra se pueden apreciar obras referentes a la vida del Dr. Atl (Gerardo Murillo Coronado, Guadalajara 1875-DF, 1964), su tórrida relación con la poeta y modelo Carmen Mondragón, a quien renombró en 1921 como Nahui Ollin y de quien realizó una destacada serie de retratos.
La perspectiva curvilínea
La parte central de la exposición son los trabajos sobre sus hipótesis científicas, como el proyecto Olinka, una ciudad pensada para ser habitada por científicos y artistas comprometidos como motor de cambio revolucionario, no obstante sus inclinaciones fascistas.
También se muestra lo que Murillo bautizó como perspectiva curvilínea, que impregna sobre todo sus trabajos como paisajista y aeropasaisajista, una modalidad de su pintura muy practicada a partir de él y que busca crear la ilusión óptica de la curvatura de la Tierra.
Su afición por los volcanes no sólo quedó de manifiesto en la década que invirtió en estudiar al Paricutín, lo que lo llevó a escribir el libro editado en 1950 Cómo nace y crece un volcán, sino que fue frecuente escalador del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl y de otras montañas en Sudamérica y Europa.
Respecto de su etapa de estudios del Paricutín, en la exposición Dr. Atl: rotación cósmica a cincuenta años de su muerte se plantea un detallado recuento, ante la importancia que tuvo para el personaje presenciar la combinación científica y paisajística del cambiante volcán.
«Es un orgullo poder presentar un homenaje a este pintor mexicano del siglo XX. Este año que celebramos el 50 aniversario de su fallecimiento era una deuda que teníamos con los jaliscienses y con el Dr. Atl,» dijo Myriam Vachez Plagnol, titular de la Secretaría de Cultura local, durante la inauguración.
La exposición, que se logró montar con la colaboración de esa dependencia, el Consejo Nacional para la Cultura y la Artes y el Instituto Cultural Cabañas, terminará en febrero de 2015. Horario de visita: de martes a domingo, de 10 a 18 horas, en el instituto que se ubica en el centro de Guadalajara.
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