C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de noviembre de 2014. (RanchoNEWS).- Algunas instantáneas que el fotógrafo colombiano Nereo López (1920) ha captado a lo largo de su vida serán expuestas a partir de hoy en la Casa de la Cuidad de Oaxaca, en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), en el marco de la muestra Nereo López, un contador de historias. Una entrevista de Juan Carlos Talavera para Excélsior:
El artista de la lente tiene 94 años, es conocido como uno de los mejores de su tiempo no sólo por acompañar el siglo XX y lo que va del XXI, sino porque su oficio lo ha llevado a recorrer todo el mundo.
No se separa de su Canon 9, un equipo que define como práctico y que le permite fascinarse con nuevas historias. Acepta, en entrevista con Excélsior, que trabaja en una serie sobre perros y otra sobre maniquíes, pero sin dejar de buscar un «ambiente», pues aunque en sus fotografías siempre hay un tema, «también hay un ambiente.»
Hoy vive en Nueva York y asegura que se fue de casa por la crisis económica, dice que tiene cinco discos duros con imágenes y en la Biblioteca Nacional de Colombia ya se resguardan al menos 100 mil negativos, donde aparecen escritores como Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, quienes fueron homenajeados en la FILO.
Sobre la exposición, el fotógrafo dice que está basada en el libro Nereo. Contador de historias, donde un grupo de jóvenes de editorial Silueta reunieron su trabajo y contiene historias de aldeas de Colombia como Monserrate, La Guajira, Corralejas, Río Magdalena, Yopal, Quibdo y Salinas, pues, como asegura, conoce Colombia «como la palma de la mano».
¿Para usted la poesía está vinculada a la poesía?
La fotografía tiene un alto grado de poesía, como documento, como relato o testigo. Por ejemplo, tengo una exposición titulada Testigo de su momento porque en mi opinión Nereo no es mejor fotógrafo que otros, sino que fue testigo de su propio momento.
¿Un fotógrafo también lee poesía?
No soy un gran lector. Tengo muchos amigos escritores, pero cierto día uno me dijo en broma que yo soy un troglodita porque no leo tanto. Entonces le respondía: «Es verdad, soy un troglodita en cuanto a la literatura, pero tú eres un ignorante en cuanto a fotografía y no me insultes» (bromea).
¿La fotografía es una ladrona de instantes?
Nada de ladrona. Eso no es robar, es dejar un testimonio del momento que está viviendo el fotógrafo. Un fotógrafo capta lo que siente. Y cuando a mí me preguntan por qué hago fotos es sencillo: es lo que siento y eso justo recomiendo a los jóvenes.
¿Es la fotografía un arte?
La fotografía es un lenguaje. Antes uno necesitaba aprender la parte técnica, como el revelado, y hoy no es necesario, porque el equipo moderno hace todo y por consiguiente eso es un desafío para el fotógrafo.
Piensa en una narrativa
Eso es lo que he hecho toda la vida. Ahora tengo una serie de fotos de la calle y la razón es sencilla: yo siento mi oficio, me gusta y lo amo. Entonces cualquier cosa me emociona y el equipo digital sólo te da la posibilidad de no gastar tanto dinero y de entrar al proceso de revelar. Hoy con lo digital no hay este problema y por consiguiente te permite agregar cosas nuevas.
¿La fotografía es un testimonio o memoria del pasado?
No puede ser del pasado, porque yo no pertenezco al pasado. Es un testimonio de mi presente. A veces me dicen que soy un buen fotógrafo. Es posible. Soy bueno, pero no el mejor. Pertenezco a un presente. La fotografía es un documento. Así que la fotografía como la literatura tiene sus reglas del idioma. Cualquier persona puede escribir, pero no cualquiera lo hará bien. Lo mismo para la fotografía, pues cuando usan un teléfono celular siempre falta la parte estética, porque casi siempre falla la luz, el encuadre y casi nunca hay estética. La computadora es un cuarto oscuro con muchos recursos.
Algunos ven la tecnología como una tergiversación
Es lo mismo que el color. Muchos de mis colegas me preguntaban cómo es que usaba el color. Le tienen miedo al color, pero eso es porque también hay que estudiarlo: (color y blanco y negro) hay que ligarlos armoniosamente. Pero la fotografía no es el equipo, sino la mente del artista. Los nuevos sistemas sólo son herramientas que ayudan al fotógrafo y al creador a hacer su trabajo.
¿Qué le gusta hoy fotografiar?
Ahora soy un jubilado y un fotógrafo amateur. Hace un rato estaba retratando el Teatro Macedonio Alcalá. Tú no me viste fotografiando a los maniquíes, porque tengo una colección de maniquíes o también uno de los camiones de la basura de París, Milán, Venecia y Bogotá.
¿Concibe un mundo sin fotografía?
Sería un mundo incógnito. La historia es de quien la escriba, pero después de la fotografía ya es un documento, una memoria que no se puede alterar; y si lo haces, no podrás alterar el sentimiento de la fotografía.
¿Qué ha significado para usted que la fotografía haya alcanzado el título de arte?
Todavía hay zonas del mundo que subestiman al fotógrafo y, aunque hay quienes dicen que la fotografía se ha democratizado, pienso que más bien antes era costosa y ahora ya no, es decir, sólo se ha facilitado su ejecución. El arte es la exaltación de la belleza y se hace con todo.
¿Cómo enfrenta el tema de la tecnología en la fotografía?
La innovación está en el ojo del fotógrafo y la tecnología sólo es una herramienta que no te permite pensar. Lo cierto es que no soy muy amigo de la fotografía abstracta.
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