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La cantante mexicana. (Foto: Marco Tapia)
C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de octubre de 2014. (RanchoNEWS).- Hoy la noche estaba fresca, el cielo despejado y el público preparado. Desde las 5 de la tarde, los miles de juarenses cargaban sillas plegables de todo tipo entre los brazos: de jardín, de metal y hasta infantiles, las cuales colocaron en el área de pasto enrejada, desde donde escucharon la parte acústica y la parte vernácula del concierto de Guadalupe Pineda, escribe Fernando Aguilar Carranza para El Diario.
Invitada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) para celebrar su 41 aniversario, la tapatía ofreció un repertorio de canciones lleno de nostalgia en la Plaza de la Mexicanidad. Ahí, frente a miles de juarenses de todas las edades, Pineda interpretó durante más de una hora y media algunos de los temas que la hicieron popular entre el público mexicano, como «El Vendedor», «Gracias a la Vida» y «Donde Manda su Amor no Manda Nada».
Como lo había anunciado Pineda cuando recién había llegado a la ciudad, el concierto se caracterizó por la variedad de temas que cantó: desde algunos de Mocedades hasta un popurrí de canciones escritas por Joan Sebastian, Marco Antonio Solís y Juan Gabriel, como «Eso y Más», «A Dónde Vamos a Parar» y «Amor Eterno».
En su presentación, Pineda anunció que cantaría los clásicos del cancionero universal, como «El Día en Que me Quieras», de Gabriel Fernández, lo cual provocó la emoción de la gente.
La versatilidad de la cantante quedó de manifiesto cuando interpretó «Tú De Qué Vas», compuesta por Franco de Vita, de la cual dijo sentirse «enamorada» desde que la escuchó. «Fue amor de primera oída», comentó entre risas, mientras el acompañamiento del piano «encaminaba» el resto de la canción.
Vestida con un abrigo blanco y parada frente a la orquesta, la invitada especial de la UACJ interpretó el segundo popurrí de la noche, integrado por «Ya No Estás Aquí Corazón», «Sabor a Mí» y «Ódiame» con la cual Pineda conmovió a su público.
No sólo las inmediaciones de la concha acústica de la plaza estaban llenas de sillas plegables. Cerca de la escultura de la X había varios grupos de personas dispersas, también con sillas. En las gradas cercanas al acceso sur de la plaza, junto a la avenida Heroico Colegio Militar, estaban sentados cientos de fronterizos, y detrás de la reja que protege el lugar había unos treinta, entre quienes preferían no meterse entre la multitud y quienes pasaban por la avenida, curiosos al ver el espectáculo. Entre los invitados estaban el alcalde Enrique Serrano y su esposa, a quienes la cantante agradeció su presencia.
«¡Arriba Juárez!, tiene mucho qué decir, Juárez tiene muchas cosas buenas: sus hombres trabajadores, su lucha constante y diaria siendo una ciudad fronteriza», exclamó antes de cantar «Coincidir», tema con el que finalizó la parte acústica de su concierto.
El mariachi de la UACJ salió a tocar, y, unos minutos después, Pineda apareció portando un rebozo color rosa para cantar «Serenata Huasteca», «Cielo Rojo» y otras famosas canciones vernáculas, como «Cuando Escuches Este Vals», de Javier Solís, la cual dedicó a los jóvenes universitarios.
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