El fotógrafo Chema Madoz expone en Madrid su visión singular sobre Asturias. (Foto: Babelia)
C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de febrero de 2017. (RanchoNEWS).-Chema Madoz (1958) es uno de los fotógrafos más distinguidos de España, algo que le fue reconocido con el Premio Nacional de Fotografía en el año 2000. Su última exposición, El viajero inmóvil, en la que ofrece su idea de Asturias con imágenes captadas en su estudio de Madrid, demuestra que mantiene viva su singularidad. El suplemento Babelia de El País lo entrevista.
¿Qué le hizo querer ser fotógrafo? Fue algo inesperado. Yo hacía fotos, pero no pretendía ser fotógrafo. En aquel momento, para mí, fotógrafo era el protagonista de Blow-up, y resulta que era rubio, iba rodeado de mujeres y se movía en un descapotable. Vamos…, que no reunía ninguna condición.
¿Qué artista le ha impresionado últimamente? Christian Marclay, con aquella maravillosa película [The Clock, 2010] que duraba 24 horas.
¿Qué tipo de fotografía aborrece? La anodina.
¿Qué fotografía ajena le habría gustado hacer? Aquella de André Kertész en la que aparece un tenedor apoyado en el borde de un plato.
¿Cómo extraer imágenes de Asturias sin viajar a Asturias? Echando mano de los recuerdos y de todo aquello que me ha emocionado en alguna visita.
¿Con qué objeto no ha trabajado nunca? Con un móvil.
¿Qué canción escogería como autorretrato? Sentado al borde de la bahía, de Otis Redding.
Si no fuera fotógrafo, ¿qué le gustaría ser? Dibujante. Envidio a los amigos que saben hacerlo.
¿Cuál es su película favorita? Dinero caído del cielo [Herbert Ross, 1981]. Hace tanto que no tengo ocasión de verla que temo que la tenga sobrevalorada en mi cabeza, pero tiene alguno de los números musicales mas bellos que he visto.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La idea de triunfo.
¿Qué encargo no aceptaría jamás? Uno en el que te den la imagen resuelta.
¿A quién le daría un Nobel de fotografía? Tal vez a Helena Almeida.
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