Roland Barthes (1915-1980). (Foto: Arte digital a partir de una foto en bbc.com.uk)
C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de marzo de 2020. (RanchoNEWS).- Hace cuarenta años, el 25 de febrero de 1980, en París, el escritor, semiólogo y filósofo francés Roland Barthes, creador y máximo exponente del estructuralismo literario, fue atropellado por una furgoneta de una lavandería, mientras cruzaba la Rue des Écoles, frente al Collège de France, adonde se dirigía a dar su cátedra. Casi un mes después, el 26 de marzo, a consecuencia de ese atropellamiento, Barthes murió. De muy pocos puede decirse, con mayor exactitud, que encontró la muerte o, más todavía, que se encontró con la muerte.
Al morir Barthes, no murieron con él ni el estructuralismo ni la crítica francesa ni la semiología, pero, ¡cruel paradoja!, las obras de quien, en 1968, advirtió sobre la «crisis de la autoría», profetizó «la muerte del autor» y la preeminencia del texto, perdieron interés y lectores. La sociedad francesa, como ejemplo de la sociedad mundial, delató lo que ya sabíamos: los autores importan cada vez más; la escritura, cada vez menos.
El texto de Juan Domingo Argüelles es publicado por el suplemento El Cultural de La Razón
El texto