C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de enero de 2022. (RanchoNEWS).- Si alguien nos hubiera dicho en 2004 que una incipiente red social, creada por estudiantes de Harvard como una especie de directorio interactivo digital para alumnos y egresados, se transformaría en un Leviatán digital planetario, capaz de destruir vidas, aplastar organizaciones, devorar democracias y envenenar el discurso público con diluvios de fake news, probablemente habríamos respondido con una carcajada o profundo escepticismo.
Y sin embargo en la segunda década del siglo XXI podemos constatar que Facebook ha dejado en ruinas cualquier ilusión de un ciberespacio altruista, de fraternidad y comunidad, al tiempo que ha sembrado devastación en la sociedad civil. Ante las pruebas contundentes, Facebook no ha reconocido su responsabilidad ni tratado de enmendar las catástrofes que ha precipitado —ni siquiera ha buscado recuperar la confianza de los usuarios. En vez de eso, opta por imaginar que al rebautizar la empresa el universo también puede ser reinventado y sanado sin consecuencias.
El texto de Naief Yehya lo publica el suplemento El Cultural de La Razón