.
Aspecto del traslado de la diosa de la tierra. (Foto: Omar Meneses)
M éxico, 6 de noviembre, 2007. (Leticia Sánchez/Milenio).- Después de 13 meses de haber sido descubierto el monolito de Tlaltecuhtli (señora de la tierra), en el predio de las Ajaracas en el centro Histórico de la Ciudad de México, fue ayer removido para que los especialistas procedan a su restauración y, al mimo tiempo, se inicie la búsqueda de la cámara mortuoria de Ahuizotl, el Tlatoani azteca cuyo dominios alcanzaron todo el centro y sur de México hasta Guatemala.
El arqueólogo Leonardo López Luján, responsable del proyecto del Templo Mayor, explica que a pesar de que el hallazgo se registró el 2 de octubre del año pasado, hasta ahora se dieron las condiciones para el traslado de este importante vestigio arqueológico, que contribuirá a enriquecer la historia no escrita de la cultura mexica.
El primer paso, fue mover el monolito –que está fragmentado en cuatro grandes partes, con un peso aproximado de 12 toneladas– de su posición original para colocarlo sobre la calle de Argentina donde se construirá una caseta para poder realizar los trabajos de conservación y limpieza a fin de recuperar la policromía original de la estela milenaria.
Este lunes se llevaron a cabo las tareas de traslado de la diosa Tlaltecuhtli, por parte de los expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), apoyados por los trabajadores de la compañía de grúas Luz. Los trabajos que estuvieron supervisados por la restauradora Virginia Pimentel, jefa del departamento de restauración del INAH, iniciaron a las 7:00 horas y concluyeron exactamente a las 13:15 horas.
Mientras Alfonso de Maria y Campos, director del INAH observaba de cerca el traslado del monolito, el arqueólogo López Luján indicaba que el equipo de especialistas del proyecto del Templo mayor que él dirige, empezará a excavar en el lugar, donde se suponen podrían encontrar una tumba real.
Revelación de la supuesta cámara mortuoria
El planteamiento de López Luján y del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma es que este monolito de la diosa Tlaltecuhtli es una lápida sepulcral, que posiblemente ha cubierto todo este tiempo una cámara sepulcral.
«Especulamos que ahí pueden descansar los restos de Ahuizotl, el octavo Tlatoani mexica que gobernó de 1486 a 1502; ésa es una hipótesis frente a la que tendremos que excavar para corroborarlo».
De encontrarse la supuesta cámara, ésta quedaría visible para el visitante, y estaría acompañada de réplicas de los objetos localizados en el lugar.
«No nos queda muy claro, estoy hablando de una posibilidad, si es se encuentran vestigios se exhibirían en una sala en el Museo del Templo Mayor».
El hallazgo es de los más espectaculares en la historia de la arqueología mexicana, porque es una piedra excepcional, nunca había aparecido un monolito de esta naturaleza. Por su importancia es comparable con el monolito de la Coyolxauhqui, la diosa de la luna, aparecido en 1978; y con La Piedra del Sol, localizada en 1790 en la esquina sureste del Zócalo, y que hoy permanece en el Museo Nacional de Antropología.
El hallazgo de las Ajaracas ofrece mucha información que ayudará a los investigadores a conocer más sobre las prácticas religiosas.
«Una de las cosas que hicimos antes se sacar la piedra fue tomar muestras de la superficie, no sólo para identificar la composición de los pigmentos, sino también para buscar las trazas de fluidos sanguíneos; por las fuentes y por otros hallazgos sabemos que a las divinidades se les daba de comer sangre humana. Eso, sin duda, nos ayudaría a comprender más sobre la vida ritual de esta civilización».
El arqueólogo Luján reiteró que sería importante comprobar que debajo hay una tumba real, porque sería la primera en encontrarse de este tipo.
Dice que a diferencia de las culturas maya, mixteca y zapotecas, la mexica todavía no les ha permitido a los investigadores encontrar una tumba dedicada a algún gobernante.
Bitácora
7:30 horas. Se prepara para su traslado el primero de los cuatro fragmentos del monolito de la diosa Tlaltecuhtli
9:39 Empieza el movimiento de esta pieza.
11:07 Se levanta el segundo fragmento y a las 11:37 ya había sido colocado en la base de madera.
11:36 Se procede a levantar el tercer fragmento y se concluye su traslado a las 11:42
13:00 Se comienza a mover el cuarto fragmento con el rostro de la deidad mexica; para las 13:15 horas se había terminado el traslado con éxito.
REGRESAR A LA REVISTA