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El chelista mexicano. (Foto: La Jornada)
C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de mayo, 2008. (RanchoNEWS).- Admirador devoto de la cultura rusa, el chelista mexicano ha mantenido una larga relación con ese país, además de haber escrito dos libros sobre el tema, nos cuenta en entrevista de Xavier Quirarte para MILENIO:
Al preguntarle a Carlos Prieto qué imagen se le viene a la mente al escuchar la palabra Rusia, el violonchelista responde: «Por una parte es la música rusa, que me acercó a este país cuando era un joven estudiante, y por otra las infinitas estepas siberianas... Eso me causó una honda impresión».
A su lista de galardones, Prieto sumará la Medalla Aleksandr Pushkin, que el viernes le entregará Valery Morozov, embajador de la Federación de Rusia en México. En una ceremonia en el Centro Cultural Helénico también será reconocido el director de cine Sergio Olhovich con la misma medalla.
¿Cuál fue la primera obra rusa que escuchó?
Fue una sinfonía de Dmitri Shostakóvich. Tenía 17 años y estudiaba las carreras de ingeniería y economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés). Me causó tan honda impresión que al poco tiempo ya había escuchado todo lo que tenían de él en la discoteca del tecnológico y había leído todas las partituras. Por culpa de la música me puse a estudiar ruso y comenzó a interesarme la historia, la literatura, el arte y la lengua rusa. Tomé todos los cursos que había disponibles en la escuela.
¿Qué tan importante ha sido Rusia en su formación?
Desde luego tuvo una gran importancia en mi vida, y la tiene. En 1959 llegó por primera vez una delegación soviética a México encabezada por el número 2 del Partido Comunista de la Unión Soviética, Anastas Mikoyan. Como se enfermó el intérprete que traían, a falta de mejor solución me llamaron a mí y estuve acompañando al embajador soviético y a Mikoyan durante algunas horas cuando visitaron algunas instalaciones en Monterrey, donde yo trabajaba. Cuando terminó la visita, Mikoyan estaba un tanto extrañado de que un joven ingeniero mexicano hablara ruso. Me preguntó si no tendría interés en ir a estudiar a Rusia y yo le dije que sí. Le dio instrucciones al embajador para que organizara que fuera a estudiar a alguna universidad rusa.
¿Y qué ocurrió?
La burocracia soviética era muy lenta y las instrucciones se ejecutaron dos años después, cuando recibí un telegrama para que me presentara con urgencia en la embajada. Fui sin urgencia y me dijeron que ya estaba admitido en la Universidad Lomonosov de Moscú, la más antigua de Rusia. Allá me fui en septiembre de 1962 y fue una estancia sumamente interesante de la que surgió un primer libro titulado Cartas rusas. Luego fui a la URSS bajo todos los regímenes: Nikita Kruschev, Leonid Brezhnev, Yuri Andropov, Konstantin Chernenko y Mijail Gorvachov, hasta que en diciembre de 1991 dejó de existir la URSS. Como llevaba 30 años yendo allá —tuve ocasión de viajar a las 15 repúblicas que constituían la URSS—, escribí el libro De la URSS a Rusia, tres décadas de observaciones y comentarios de un testigo. Después fui en la época de Boris Yelsin y he estado varias veces en la época de Vladimir Putin, por lo que por ahí tengo pendiente una actualización del libro.
¿Cómo ha influido en usted la cultura rusa?
Siempre me ha gustado tocar las obras de los grandes compositores rusos: Tchaikovsky, Prokófiev, Shostakóvich. También me dio ocasión de conocer al enorme chelista Mstislav Rostropóvich. Lo conocí en México, creo que en 1959, y con él tuve una larga amistad hasta que falleció el año pasado. También tuve la oportunidad de conocer a Shostakóvich y lo vi en algunas ocasiones en Rusia. Conocí mucho más a Igor Stravinsky, compositor fundamental del siglo XX, porque era amigo de la familia.
¿Qué significa esta distinción?
Recibir de Rusia una distinción de la importancia de la Medalla Pushkin es algo que me emociona profundamente, y más siendo un premio con el nombre de esta figura fundamental en la cultura rusa.
PUSHKIN Y LA MÚSICA
Para Carlos Prieto, Pushkin es más que el fundador de la literatura moderna rusa. «Es una figura con una importancia fundamental en la literatura y la cultura rusa, como la tuvo Shakespeare en la literatura inglesa o Cervantes en la española. Sólo que Pushkin murió cuando tenía 37 años. A pesar de que murió tan joven, lo que quedó de él es fundamental, no sólo en la literatura rusa, sino en la universal».
El autor tuvo una relación profunda con la música, «fue contemporáneo del compositor Mijail Glinka, padre de la música rusa, cuya ópera Ruslán y Liudmila está basada en una obra de Pushkin. Lo mismo que Boris Godunov de Mussorgsky, las óperas de Tchaikovsky Eugenio Oneguin, Mazeppa y La dama de espadas, dos óperas de Rachmaninoff y otro muchos otros compositores que se basaron en obras suyas».
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