El Fronterizo
Episodios HIstóricos Juarenses
Episodio 412
Fatal accidente la noche de “El Grito”
Muere anciano pirotécnico
Rubén Moreno Valenzuela (publicado el 17 IX 2003 en El Mexicano)
Fiestas patrias septembrinas. De su celebración hace medio siglo en nuestra frontera rescatamos esta ocasión dos momentos.
Primero: Vidal Rodríguez, un cohetero de 76 años de edad, falleció la noche del 15 de septiembre de 1953, como consecuencia de las quemaduras que sufrió en un accidente originado por su misma imprudencia.
Según informa El Fronterizo, en su edición del jueves 17 de septiembre del año en mención, en el accidente también resultó herido Juan Castro, un policía urbano que intentó salvar al cohetero.
Los hechos ocurrieron ante la mirada de cientos de personas congregadas frente al edificio de la presidencia municipal, durante el tradicional festejo de «El Grito», que conmemora la independencia mexicana.
El Fronterizo reporta también que al día siguiente, la marcha cívico militar resultó “un desfilito de pueblo rabón”.
Dos: En 1954 se festejó en nuestro país la conmemoración del primer siglo de la institución del himno nacional mexicano, que motivó diversas celebraciones a lo largo y ancho de la república.
El Fronterizo informa el 15 de septiembre de 1954 uno de estos homenajes que tuvo lugar en la cárcel pública de nuestra ciudad, que por cierto adolecía el problema de sobrecupo.
He aquí la versión de ambos hechos, que transcribimos del matutino juarense:
El accidente
Trágicas resultaron las celebraciones del “Grito” de Independencia la noche del martes en los alrededores del palacio municipal, pues un cohetero que disparaba las “bombitas” de luces de colores murió cuando le estallaron cientos de cohetes, resultando herido también un policía.
Vidal Rodríguez, un anciano de 76 años de edad, fue la víctima de esta tragedia que impresionó a los millares de personas que se habían congregado frente al balcón central del palacio municipal para presenciar la ceremonia del “Grito”.
Juan Castro es el nombre del policía.
Rodríguez, había sido contratado para “quemar un castillo” de fuegos artificiales y distraer al público lanzando cohetes que despedían brillantes haces de luces multicolores.
La imprudencia
Sin embargo, su imprudencia causó el accidente. De acuerdo con las observaciones practicadas por las autoridades que se avocaron a este asunto, consideraron que Rodríguez, al dejar al descubierto los cientos de fardos con cohetes y “bombitas” que lanzaba con “morteros” dio lugar a la tragedia.
Rodríguez estaba situado en una sección del lugar donde antes estuvo ubicado el mercado viejo, situado al lado derecho del edificio municipal.
Alrededor de las 10 de la noche del martes, Rodríguez lanzó un cohete al espacio y los restos del mismo, conservando todavía una parte convertida en brasa, cayeron sobre el montón de cohetes, incendiando las mechas y estallando de improviso, sin darle tiempo a escapar.
Los estallidos le produjeron horribles desgarraduras en el costado izquierdo, siendo trasladado al puesto de Socorros de la Cruz Roja, pero falleció antes de que pudiera ser auxiliado.
Lo intentan salvar
El policía urbano Juan Castro que estaba comisionado en ese lugar para vigilar el orden, cuando se percató de que Rodríguez estaba situado en el centro de donde estallaban los centenares de cohetes, se lanzó en su auxilio y aún cuando pudo sacar al anciano, no logró salvarlo de la muerte. Castro sufrió algunas quemaduras de segundo y tercer grado en ambas manos y rodillas, así como otras más leves en la cara.
La celebración
Ciudad Juárez, la noche del 15 de septiembre, conmemoró jubilosamente el CXLIII aniversario de la iniciación de tan gloriosa gesta, desde temprana hora, centenares de personas empezaron a reunirse frente al palacio municipal que lucía una férica iluminación y adornos tricolores en los balcones.
La banda juvenil que dirige el maestro Cayetano López estuvo interpretando selectas composiciones musicales.
El desfilito rabón
Bajo un espléndido sol, el pueblo de Cd. Juárez, concentrándose a lo largo de la avenida 16 de Septiembre, presenció un desfile cívico-militar mediocre que más que solemne parada que se había pregonado, resultó un desfilito de pueblo rabón, de 40 minutos de duración, con grupos desorganizados y sin arrogancia.
Cantan el himno en la cárcel
El Fronterizo. 15 de septiembre de 1954.
En el patio principal de la cárcel pública se efectuó ayer por la tarde un festival organizado por la presidencia municipal y la alcaldía del penal, para que los reclusos rindieran homenaje al Himno Nacional, al conmemorarse el primer centenario de su institución oficial.
Las gracejadas de los bailarines excéntricos, de los cómicos, el baile candencioso y alegre de las rumberas y mamboleras, las canciones melodiosas de los tríos, duetos y conjuntos fueron festejadas con deleite, pero con notable solemnidad escucharon también la brillante ejecución que del himno nacional hizo el guitarrista Ángelo Martínez.
El Sindicato Único de Trabajadores de la Música aportó la orquesta y el dueto denominado “Los Canarios”; la Sección 5 de la ANDA, a los artistas Ángelo Martínez, “Los Gavilanes”, Jesús Treviño, Rosa Aguilar, “Los Rítmicos”, Chicuí y Tahitina, Mary Medel, Landa Landa, “’Aguila y Sol” y Leonel Hernández.
El Sindicato de Músicos Ambulantes al conjunto de mariachis de Águeda Sevilla.