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Detalle del homenaje. (Foto: Nelly Salas)
M éxico, 3 de enero, 2008. (Leticia Sánchez/ Milenio).-Con una gran muestra retrospectiva, el Palacio de Bellas Artes conmemora este 2008 el centenario del natalicio del cinefotógrafo Gabriel Figueroa (1907-1997).
Más de 300 fotogramas, fotografías de su vida y de su carrera artística, algunas de ellas inéditas, integrarán la exposición que se inaugura el próximo 24 de enero en todas las salas del máximo recinto cultural de nuestro país, anuncia Roxana Velásquez, directora del Palacio de Bellas Artes.
Como si se tratara de un set de filmación, el artista entrará en acción, de esta forma «conoceremos a un Figueroa extraordinario, a un gran cineasta de la Época de Oro del cine mexicano, con una maravillosa mirada».
Las nuevas generaciones que no están familiarizadas con el trabajo de Figueroa, en sus 235 películas que realizó durante su trayectoria de cinco décadas, podrán conocer su trabajo y admirar el uso que hizo particularmente de la luz.
Para el deleite del público que acuda a esta exhibición, la más grande organizada en memoria de Figueroa, los organizadores lograron el préstamo de una obra «impresionante» pintada por el muralista mexicano Diego Rivera, la cual se exhibirá al lado de un fotograma de Figueroa.
«Lo extraordinario es que este óleo no se ha visto en nuestro país, lo curioso es que esta obra sirvió de modelo para una película de Gabriel Figueroa», precisa.
Velásquez asegura que será una exposición extraordinaria, a través de la cual todo el público sabrá quién fue Gabriel Figueroa, a cien años de su nacimiento.
Además de sus fotogramas, de sus álbumes, de las fotografías inéditas y de algunos contratos, se exhibirán sus películas en video, es decir, habrá cine a lo largo de todas las salas, esto, gracias a la concepción museográfica de Alfonso Morales, quien concibió un proyecto «diferente y muy atractivo». En entrevista con MILENIO, Gabriel Figueroa Flores, hijo del reconocido cineasta, se mostró muy complacido por este homenaje que se rinde a su padre en el Palacio de Bellas Artes: «para mí es un gran honor que se brinde este merecido homenaje a quien fue un gran artista».
Esta exposición es posible debido a la investigación profunda que hizo la Fundación Televisa en los archivos de Gabriel Figueroa, bajo la custodia de su hijo. «Con esta revisión se ha podido hacer una exposición conceptual que muestra a mi padre como artista en un contexto nacional, cuya obra ofrece varias lecturas. Es un proyecto complejo que tiene que ver con el desarrollo de su trabajo, de su estilo y del movimiento».
Asimismo, la mirada de Figueroa, en sus 50 años de trayectoria ininterrumpida —su última película fue Bajo el Volcán en 1985 con John Huston—, será interpretada por los expertos, quienes le ofrecerán al espectador la posibilidad de conocer no sólo al artista sino al extraordinario ser humano que fue.
De su espíritu creador hablarán sus imágenes, muchas de las cuales, por su expresividad, se han convertido en íconos de la fotografía. Tal es el caso de la escena de la película La Perla de 1945, donde aparecen unas mujeres junto a unas canoas, frente al mar.
Todo lo que se mostrará en el Palacio de Bellas Artes es apenas una muestra del archivo que dejó Gabriel Figueroa, el cual consta de más de 20 mil tirillas de prueba preservadas en latas y en cajas, además de su colección de fotos que guarda la memoria de su trayectoria artística y de su vida, de su nacimiento hasta su muerte, sin contar los recortes de periódicos de por lo menos 50 años.
En síntesis, la intención de esta exposición es mostrar cuáles fueron los aciertos de un gran artista como lo fue Gabriel Figueroa.
Como creador de una obra única Figueroa dejó una profunda huella en la historia de la cinematografía mundial; sólo basta mencionar la película de Los olvidados de Luis Buñuel, considerada patrimonio de la humanidad.
De igual forma, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1971 y ganador del Ariel de Oro, por su contribución al cine mexicano en 1987, trabajó con John Ford en El fugitivo, en 1947, cinta que le permitió ganar el Globo de Oro en Hollywood; mientras que un año antes gana el Premio Internacional de Fotografía del Festival de Cannes por la cinta María Candelaria, realizada en 1943.
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