.
Dos visitantes observan una obra del artista Eugenio Merino, expuesta en la galería ADN. (Foto: EFE)
C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de febrero de 2009. (RanchoNEWS).- Con un balance positivo a pesar de la bajada de un 5 por ciento del público, la conclusión de la feria es que el arte, en tiempos difíciles, es un valor seguro en el que se sigue invirtiendo. Una nota de El Cultural:
Éxito, edición positiva y satisfactoria por encima de las expectativas o ARCO sorprende al mercado, son algunas de las afirmaciones que se han hecho este lunes en la presentación del balance de la feria de arte contemporáneo ARCO 2009, horas antes de que cierre las puertas una cita que en su próxima edición tendrá a la ciudad de Los Ángeles como invitado especial. Lo que parece haber quedado claro tras los días de feria es que, si hay tanta crisis, y en Arco no se ha notado, significa que el arte es un valor seguro en estos momentos. En el banco el dinero se va, pero en una obra de arte, no. Ésta es la opinión de varios galeristas, como Norbeto Dotor, de Fúcares, quien, sin embargo, también afirmaba que la feria «está muy cara, casi al nivel de Basilea».
Por su parte, Tomás March, comentaba en la jornada de cierre que «habría firmado esta feria», y esto a pesar de la subida en el precio de los stands. «Hemos vendido, pero piezas más caras y más grandes», aportaba, un dato que redunda en la tesis del arte como valor seguro para tiempos difíciles.
Lo comido por lo servido
Los galeristas más jóvenes también se van contentos de la edición 2009, aunque no pletóricos. En opinión de Juan Curto, de Cámara Oscura, para quien este año era su primera feria como galerista, la inversión se corresponde, más o menos, con lo obtenido en ventas.
En cualquier caso, ni tanto, ni tan corto. Hay galeristas que se muestran disconformes con algunas cuestiones de la feria, como es el caso de los responsables Angels Barcelona, que han logrado un buen nivel de ventas pero que, opinan, «los dos últimos días están de más». Y añaden: «Es una tomadura de pelo estar el lunes viéndolas venir. Para ver arte el público ya tiene los museos. Esto es una feria, así que valdría con un día de puertas abiertas y el resto de profesionales. Aquí somos clientes de Lourdes Fernández, pero ella ni se ha pasado por aquí a preguntarnos cómo nos va, sólo ha venido a hacerse las fotos».
Una gran inversión
Y es que, en efecto, se aprecia cierta queja en los profesionales, que opinan que no se les ha ayudado lo suficiente ante una edición que pintaba tan mal. Hablamos de una importante subida de precios por cada stand que oscilaría entre un 14 y un 17 por ciento con respecto al año anterior. A una galería pequeña le supone 10.000 euros adquirir un espacio en la feria. Para una grande, el precio puede ascender a 50.000. Así lo expone Rafael Ortiz, de Sevilla, que a pesar de haber vendido más de una veintena de piezas, reconoce que la feria le supone un total de 120.000 euros de inversión. «Para ganar algo tengo que vender mucho, y por mucho que venda...», suspira el galerista. Porque al precio del stand, hay que sumarle el montaje, transporte y seguros de las obras, pago a los artistas, hoteles, comidas y dietas de las personas que trabajan en el stand, entre otros muchos gastos.
REGRESAR A LA REVISTA