.
El cantante italiano, durante el festival de San Remo de 1961. (Foto: EFE)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 12 de septiembre de 2013. (RanchoNEWS).- Cantaba que «el mundo no se ha parado ni un momento». Y el suyo, sin embargo, se detuvo anoche, en su casa de Roma. Jimmy Fontana, conocido sobre todo por su canción El mundo, falleció a los 78 años, tras una larga enfermedad, según informan medios italianos. Una nota de la redacción de El País:
Nacido en Camerino en 1934, Enrico Sbriccoli (su nombre real) dio sus primeros pasos por la música en el jazz. Autodidacta del contrabajo, se mudó a Roma para estudiar en la universidad y desde muy joven empezó a colaborar con varias orquestas de jazz de la capital. Allí escogió el nombre que le haría famoso para siempre: Jimmy, como homenaje al saxofonista Jimmy Giuffré, y Fontana -se dice-, buscando al azar en las páginas blancas.
Pero es con la música popular y los años sesenta que Fontana –o Sbriccoli- se encamina por el sendero del éxito. En 1961 su carrera le lleva hasta el debut en el festival de San Remo con Lady luna, en dúo con Miranda Martino. Y cuatro años después lanza su obra más conocida y traducida, Il mondo, de la que él mismo graba las versiones en español (El mundo) y en catalán (El món).
En 1967 su álbum La mia serenata es elegido disco del verano en Italia y en 1970 vuelve a saborear el triunfo con L’amore è bello (se non è litigarello). Suya es también Qué será, aunque finalmente son los Ricchi e Poveri quienes la cantan en el festival de San Remo. Precisamente por ello, entre otras razones, Fontana se acaba alejando de los focos y de la industria musical. Mientras, la canción acaba segunda en San Remo pero se instala en la cima de las listas de ventas.
Desde entonces, el artista se retira en Macerata y se dedica a la gestión de un bar. No abandona, sin embargo, la música. Sigue componiendo, hasta vuelve a San Remo, en 1982 y, de nuevo, en 1994, en una de sus últimas apariciones. Con una banda improvisada y llamada Squadra italia, presentaba Una vieja canción italiana. Y cantaba unas letras que, leídas hoy, suenan a melancolía y a despedida: «Escucharás una radio que suena lejana, cantará una vieja canción italiana».
REGRESAR A LA REVISTA