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Federico Álvarez, el homenajeado y Elena Poniatowska, en la ceremonia que se llevó a cabo en el Muac. (Foto: María Luisa Severiano)
C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de agosto de 2015. (RanchoNEWS).- En el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac), el artista Vicente Rojo (Barcelona, 1932) recibió ayer el Reconocimiento Universitario que otorga la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en homenaje a su sobresaliente contribución a la pintura y el diseño editorial en México. Reporta Fabiola Palapa Quijas para La Jornada.
En medio de una gran ovación del público, que abarrotó el auditorio del museo, el rector de la UNAM, José Narro Robles, entregó el reconocimiento al artista y diseñador. Entre los invitados figuraron las escritoras Bárbara Jacobs, Elena Poniatowska y Margo Glantz, así como el escultor Manuel Felguérez, la fotógrafa Graciela Iturbide y el investigador Jorge Alberto Manrique.
Narro Robles puntualizó que la distinción a Rojo era una obligación de la institución, porque ésta «reconoce a sus académicos, profesores, artistas y humanistas, y Vicente Rojo es uno de ellos». Aseveró que el homenajeado posee enorme capacidad para transmitir estéticamente, y muestra el compromiso con la ética.
El artista, emocionado, expresó su beneplácito de que sea la máxima casa de estudios la que reconozca su trabajo; recordó las palabras de Octavio Paz, quien afirmaba que recibir una distinción o un premio era un accidente feliz. «Así que aquí estoy, en calidad de víctima, pero una que agradece el reconocimiento que me hace esta institución, central en la vida de México, y que considero mi casa», señaló el homenajeado.
Rojo también agradeció a quienes lo han acompañado en su carrera y a las instituciones que le permitieron realizar su trabajo con entera libertad, así como «a los jóvenes que colaboraron conmigo y que me consideraron su maestro sin darse cuenta de que, astutamente, en realidad era yo quien aprendía de ellos todo el tiempo».
En especial se refirió a Federico Álvarez, Elena Poniatowska y Manuel Felguérez, a quienes conoce desde hace más de 55 años, «cuya enseñanza y afecto me han enriquecido hasta este momento».
El artista plástico aclaró que trata de ser discreto, pero se tiene la idea equivocada de que es modesto; para corregir esa impresión afirmó que se considera exitoso, y la mayoría de ese éxito no ha sido público, sino privado, pues se refiere «al amor y a la amistad».
Compartió que a veces sueña y le gustaría ver a un pianista interpretar la canción de su vida, esa que ha logrado con sus pinturas y diseños, a pesar de los tiempos difíciles y oscuros. El concierto podría ser en la sala Nezahualcóyotl y yo estaría pasando las hojas de mi partitura.
Presidieron la ceremonia, además del rector de la UNAM, María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM; Graciela de la Torre, directora general de Artes Visuales, y Renato González Mello, director del Instituto de Investigaciones Estéticas.
De la Torre precisó que la impronta del artista está presente no sólo en los que fueron espacios museísticos paradigmáticos, la Galería Aristos y Muca Campus, sino también en proyectos editoriales o escénicos, identidades gráficas que diseñó para varias instancias universitarias y que siguen vigentes. «Este artista, riguroso como geómetra y sensible como poeta, diría Octavio Paz, ha visto con enorme generosidad al Muac. Vicente ha contribuido de forma importante a su acervo artístico y, y por ende, al patrimonio universitario: estas estampas, cuadros, maquetas y libros de artista depositados en nuestro museo son piezas que ya forman parte de las colecciones públicas de México y refuerzan la comprensión de nuestra historia artística y documental moderna», señaló.
Como parte del homenaje, al comienzo de la ceremonia se presentó un documental de Elena Pardo, que produjo el Muac, donde el artista recordó su llegada a México en 1949, y cómo su trabajo ha estado vinculado a la vida universitaria.
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