El expresidente uruguayo José Mujica, grabado por Emir Kusturica para el filme sobre su vida. (Foto: Afp)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de noviembre de 2016. (RanchoNEWS).- La politización de la vida y obra del cineasta serbio Emir Kusturica no hace sino crecer sin que él, aparentemente, lo busque. O sí. En abril, el dos veces ganador de la Palma de Oro de Cannes —por Papá está en viaje de negocios (1985) y Underground (1995)— se vio envuelto en una polémica por la ausencia de su última película, On the milky road, protagonizada por la italiana Monica Bellucci, en la selección oficial del reconocido festival de 2016. La agencia de noticias rusa Russian News Agency ponía en boca del director que el filme no había sido elegido por su apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin. El director lo desmintió y arguyó que simplemente no estuvo listo a tiempo. Ahora ultima los detalles de un documental sobre el expresidente uruguayo José Mujica, titulado El último héroe, que, según el presidente de la productora argentina Kramer & Sigman (K&S), Hugo Sigman, estará listo para el Festival de Cannes «del año que viene». Marien Kander reporta para El País.
El que es sin duda uno de los grandes embajadores serbios en el mundo cultural —por su veintena de títulos cinematográficos y su contribución a la música con The No Smoking Orchestra— fue elegido para dirigir el filme por el propio Mujica. El presidente uruguayo tuvo, a cambio, que ponerse a las órdenes del realizador e interpretar algunas escenas, según contaba Sigman en agosto. «Yo no soy un documentalista, usted va a tener que actuar», le advirtió Kusturica antes de comenzar el proyecto. Mujica, el presidente conocido por su profunda crítica al consumismo —«no vinimos al mundo solo a trabajar y comprar»—, fue grabado, mientras aún estaba en el cargo, cuidando sus flores, manejando su viejo Volkswagen —en el que llevó de paseo a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el pasado enero— o recibiendo al Rey emérito de España, Juan Carlos I.
La obra comienza en el momento en que el expresidente, hoy de 81 años, deja el poder. A partir de ahí la historia vuelve hacia atrás en el tiempo, según detalló el productor, para recoger el día a día de un jefe de Estado y de Gobierno que vivió los cinco años de mandato en su humilde hogar de siempre, sin olvidar su etapa como guerrillero. «¿En qué otro lugar puedes ver a un presidente que sale de la oficina y la gente se vuelve loca expresándole amor? No tengo ni idea. Tengo 60 años y nunca he visto algo así», declaró Kusturica en una rueda de prensa durante las grabaciones. «El objetivo de la película es mostrar a una persona única que la historia recordará».
Después de que una página web de humor charrúa afirmara que la película no vería la luz porque había dejado de recibir una ayuda estatal, que generó gran polémica e incertidumbre, su fecha de presentación sigue en el aire. En sus últimas declaraciones, el cineasta afirmaba a la agencia de noticias serbia Tanjug que prevé terminar su película en diciembre. En esta ocasión describió al expresidente uruguayo como un «héroe de la antigüedad». Según opinó sobre Mujica, «en este furioso capitalismo liberal en que todo llega a ser mercancía, ese hombre no quería ser mercancía y quedó hombre y aceptó con religiosidad que no hay que derrochar el tiempo, sino vivir la vida».
No es la primera vez que Kusturica retrata en un documental a una figura heroica y latinoamericana. Es una forma de mostrar, según el director, el caos irracional que une a los Balcanes con América Latina. En 2008, el cineasta filmó al astro del fútbol Diego Armando Maradona, con el que presentó en el Festival de Cannes la obra Maradona por Kusturica. También entonces quedó patente la sintonía entre ambos mientras se paseaban abrazados por la ciudad de la Costa Azul. El tiempo con Mujica fue para el serbio de gran provecho filosófico: «Mujica comprendió que la vida es corta para pasar el tiempo en centros comerciales».
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