El Museo del Estanquillo, en Isabel la Católica y Francisco I. Madero. (Foto: Cuartoscuro)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de noviembre de 2016. (RanchoNEWS).- Los fines de semana era habitual ver una fila de personas enfrente de la casa del escritor Carlos Monsiváis (1938-2010), en la colonia Portales, que esperaban verlo para mostrarle artesanías singulares, documentos históricos, fotografías, obras de arte, partituras u objetos antiguos de uso cotidiano. Virginia Bautista reporta para Excélsior.
El cronista y ensayista recibía con paciencia a cada uno, lo escuchaba y, si algo le fascinaba, lo compraba. «Una vez le pregunté que cuál era su criterio para adquirir cosas y me dijo ‘básicamente, compro lo que creo que vale la pena y puedo pagar’», recuerda Rafael Barajas El Fisgón.
El investigador y caricaturista comenta que éste es uno de los rituales que está detrás de la colección multidisciplinaria que el autor de Amor perdido formó a lo largo de tres décadas, y que integra más de 20 mil piezas, entre pinturas, grabados, miniaturas, fotografías, juguetes, maquetas, álbumes, calendarios y libros.
Monsiváis, detalla, visitó durante años el mercado de La Lagunilla y, cuando ahí empezaron a escasear los objetos interesantes, se volvió cliente de la Plaza del Ángel.
«Acompañarlo era básicamente divertido. Tenía sus métodos, sus marchantes, sus rutinas. Nunca regateaba. Era muy simple, si lo podía pagar lo compraba, si no, no lo adquiría», explica.
«Lo que también empezó a ocurrir es que lo buscaban a él para venderle las cosas que sabían que le podían gustar”, agrega el curador de unas 15 exposiciones en torno a este acervo con que el autor de Los rituales del caos creó en 2006 el Museo del Estanquillo.
«Esos paseos, ir de compras, buscar libros y luego tomar café con los amigos, eran sus principales diversiones. Para él, era un momento de relajamiento en medio de sus semanas llenas de compromisos», añade.
Las anécdotas del también periodista y analista político inspiran Los rituales del Carlos. Homenaje a Monsiváis y sus manías, que se inaugurará este jueves 24 de noviembre para festejar el décimo aniversario del Estanquillo; en esta muestra, el narrador se convierte por primera vez en el guía de su propio acervo.
«Carlos quería que el museo no fuera un homenaje a él. Pero a cinco años de su muerte quisimos hacerle un pequeño reconocimiento. Él está presente en toda la exposición. A través de diversos videos, explicará lo que estamos viendo. El personaje lo merecía, vale la pena hablar de él», destaca El Fisgón.
Entre los cuadros, dibujos, caricaturas, maquetas y fotografías que reúne la muestra destaca, indica el curador, «una maqueta de la Plaza de Santo Domingo, con figuras de plomo, que mandó a hacer Carlos a los artesanos Teodoro Torres y Susana Navarro. Le agregamos sonido, personajes del siglo XIX, ambientación de pregones, diálogos posibles y cachitos de versos de Guillermo Prieto».
Para Rafael Barajas, la colección refleja su pasión por la crónica. «Es un género complejo. Al final de cuentas te exige saber de Historia, ubicarte en el tiempo, entender qué le preocupaba a la gente y cuáles eran las tendencias literarias. Es un acervo centrado en la historia de la Ciudad de México y el país».
Dice que curar las exposiciones de la colección «ha sido como una continuación de la amistad con Carlos, una forma de seguirlo viendo. Es un acervo muy rico y divertido. No sé si haya impreso en él mi sentido del humor, pero tiene sobre todo la personalidad de Carlos. Lo que intento es honrar su memoria».
Inaugurado en noviembre de 2006 en el Centro Histórico, el Museo del Estanquillo tiene registradas a la fecha unas 12 mil 700 piezas, «pero con el acervo fotográfico que se está catalogando ahora subiría a 24 mil o 26 mil obras», asegura Henoc de Santiago.
El actual director del recinto ubicado en la esquina de Isabel la Católica y Madero señala en entrevista que el museo se ha consolidado como uno de los más populares de la ciudad, con un público mayoritariamente joven.
«Llena un nicho que tiene que ver con la historia y la cultura popular contada a través de documentos y objetos que reflejan la evolución de la sociedad mexicana», apunta quien está al frente de esta iniciativa desde el 5 de marzo de 2013.
«El balance de estos tres años y ocho meses es bueno. El número de visitantes ha crecido, asciende ya a 151 mil al año. Todas las exposiciones que se han montado han sido de primer nivel y han cubierto todos los aspectos del acervo, tanto temáticos como de autores», narra.
Dirigido por Rodolfo Rodríguez Castañeda, su primer timonel, y luego por Moisés Rosas, de junio de 2009 al 8 de febrero de 2013, El Estanquillo ha exhibido obra de Miguel Covarrubias, Vicente Rojo, Leopoldo Méndez, Ernesto García Cabral y Audiffred, entre otros. Y ha abordado temas como los 30 años del terremoto y la sexualidad y el erotismo.
De Santiago destaca la reciente reestructuración del área de Servicios Educativos, que se subió al tapanco del segundo piso, donde tiene más espacio, computadoras y mesas nuevas. «Se equipó bien esta área y se amplió a su máxima capacidad la sala del cuarto piso donde estaba antes».
Otro aspecto que el promotor cultural ha reforzado en el museo es la itinerancia de sus exposiciones por diversas urbes del país. «En 2014 se exhibieron cuatro muestras en otras ciudades; en 2015 tuvimos siete exposiciones fuera: en Mérida, Cuernavaca, Oaxaca, Puebla y Colombia. Y este año fueron cuatro, en Puebla, Oaxaca, Ciudad Juárez y en el Centro Cultural Pedregal de la Ciudad de México».
La Monsiteca, una sala en la que puede verse en cuatro computadoras unos 75 programas grabados, videos, entrevistas y conferencias en voz de Monsiváis, y el programa Charlas en El Estanquillo, que reunió a diez especialistas que contaron anécdotas y su relación con el autor, son otros de los proyectos exitosos. «Hacer la documentación de lo que está pasando en el museo me interesaba mucho».
Con un presupuesto anual, ya con los recursos autogenerados, de 13 millones 500 mil pesos, «con el que se paga todo: mantenimiento, servicios, sueldos, proyectos, seguros, predial», el museo que posee una planta laboral de 11 personas y es administrado por un fideicomiso público requiere consolidar su área de investigación, aclara el librero.
«Ha caminado bien organizando exposiciones. Pero falta, como en todo gran museo, gente que trabaje en el análisis y el desarrollo de la colección y su difusión. Éste es el gran reto», confiesa.
Por lo pronto, el Museo del Estanquillo. Colecciones Carlos Monsiváis festejará sus diez años de vida con una exposición que girará en torno a la manera en que el cronista formó su colección de arte.
Dónde y cuándo
Los rituales del Carlos. Homenaje a Monsiváis y sus manías se inaugurará el 24 de noviembre, a las 19:30 horas, en el Museo del Estanquillo (Isabel la Católica 26, Centro Histórico), donde permanecerá en exhibición hasta el 2 mayo de 2017.
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