Wes Anderson presenta en Madrid Isla de perros. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2018. (RanchoNEWS).- En el cine de Wes Anderson siempre ha existido una tensión entre la mirada infantil y la conciencia adulta. De alguna manera, el cineasta estadounidense es como un niño que necesita sembrar el caos en la pantalla para, más tarde, ordenar el desaguisado a través de sus clásicos planos simétricos, sus interminables travellings o sus recurrentes planos cenitales. En Isla de perros, película que presentaba ayer en la Filmoteca Española en compañía de Roman Coppola y Jason Schwartzman, con quienes firma el guion, que se estrena el 20 de abril en España y que ha conquistado el Oso de Plata a la Mejor Dirección en la Berlinale, está presenta quizás más que nunca en su filmografía esta tensión entre lo infantil y lo adulto. Por un lado, hay un constante juego de filigranas animadas, ya que la película está realizada a partir de la técnica de stop-motion que popularizó Ray Harryhausen y que tan buenos resultados le proporcionó a Anderson en Fantástico Sr. Fox (2009), y a la vez somos testigos de un juego de espejos entre realidad y ficción que convierte Isla de perros en un alegato político.
«Esta película es sin duda la más política que he hecho», explica el director. «Empezamos planteando una situación en la que había un gobierno criminal y recurrimos al pasado para buscar inspiración. Pero mientras desarrollábamos el proyecto, que nos llevó mucho tiempo, la situación en el mundo estaba cambiando y ciertas noticias, relacionadas por ejemplo con refugiados, acababan en la máquina de escribir. Sin embargo, lo que espero al final es que la historia esté al servicio de los personajes y de la propia experiencia que proporciona la película en sí misma».
Javier Yuste reporta para El Cultural
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