Amparo Dávila. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de febrero de 2018. (RanchoNEWS).- Amparo Dávila ( Pinos, Zacatecas, México, 21 de febrero, 1928) arriba a sus 90 años con la pasión que la escolta desde niña: escribir. Los cuadernos de versos Salmos bajo la luna (1950), Meditaciones a la orilla del sueño (1954) y Perfil de soledades (1954) marcaron los inicios de una escritora esencial dentro del panorama de letras mexicanas. Sin embargo, fueron los volúmenes de cuentos Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964) y Árboles petrificados (1977) –Premio Villaurrutia— los que la convirtieron en una figura imprescindible.
Mundo de ofuscaciones en que lo fantástico es una realidad que brota de sueños enclavados en estaciones presididas por una lluvia perpetua de asombros y enigmas untados de azarosos prodigios. Conocida por su recurrencia a indagar en el tema de la demencia, a Dávila le abruma la convergencia entre fatalidad y muerte. Violencia en los recodos de un tiempo detenido que acosa a unos personajes marcados por infortunios (amores inciertos, alianzas enclaustradas en la perplejidad, ambición insatisfecha, ardores mutilados, representaciones siniestras, espectros…).
Carlos Olivares Baró reporta para La Razón
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