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Aspecto de la muestra en la Casa de América. (Foto: Gorka Lejarcegi)
S an Sebastián, 30 de abril, 2007. (Europa press).- Un estudio pormenorizado del cuerpo humano y su relación con el entorno que le rodea es lo que plantea la fotógrafa Isabel Múñoz (Barcelona, 1950) en una serie de 250 imágenes que se exhiben desde hoy y hasta el próximo 24 de junio en la Sala Kubo-Kutxa de San Sebastián.
La cámara de Muñoz se detiene en los cuerpos que atraviesan «situaciones límites o fuera de las convenciones de la vida contemporánea, inmortalizando así las posibilidades expresivas del cuerpo», según explica la entidad que organiza la exposición en un comunicado. Las imágenes evidencian «la importancia del cuerpo humano dentro de un sistema de valores y el simbolismo que cada cultura o grupo cultural le atribuye», añade.
Muñoz ha recorrido el mundo y se ha adentrado en las particularidades estéticas de cada grupo étnico y cultura para dar forma a sus fotografías, ordenadas en distintas series, entre las que destacan«La memoria de Bam, Irán», «Naranjeras», «Tribu Surma. Etiopía» y «Omo River. Etiopía». Además, se pueden ver las obras más conocidas de Isabel Muñoz, como las series «Burkina», «Masa», «Saholin», «Danza Cubana», «Contorsionistas» y «Capoeira».
Aunque nacida en Barcelona, Muñoz vive y trabaja en Madrid, donde es una gran especialista en tirajes antiguos, incluidos el de platino y el papel de albúmina. Desde hace veinte años recorre el mundo para plasmar en imágenes los movimientos y los cuerpos que encuentra a su paso.
El proceso del platino
Todas las fotografías de Muñoz son contactos de gran formato, realizados por la artista directamente del negativo, utilizando el antiguo proceso del platino. En este proceso la artista debe prepararse ella misma el papel aplicándole, como si de pintura se tratase, una solución de platino. Más tarde los negativos, que deben tener el mismo tamaño que la fotografía final, se ponen en contacto directo con el papel preparado, para ser expuestos a la luz bajo una gran prensa de contactos. Una vez terminado este proceso, las imágenes son reveladas y lavadas a mano en grandes bandejas. Este minucioso y laborioso procedimiento proporciona a las imágenes una riqueza de tono y textura imposibles de lograr por cualquier otro método.
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