viernes, julio 21, 2006
Danza/ Interés del Ballet Teatro del Espacio ''por la riqueza cultural y educativa''
La Jornada
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Viernes 21 de julio de 2006
C onsiderada como una de las compañías con mejor nivel técnico dentro de la danza mexicana, el Ballet Teatro del Espacio (BTE) interpreta la vida y el universo del cual formamos parte, transmutado por el lenguaje dancístico.
Gladiola Orozco, codirectora de esa agrupación, señala que el BTE no sólo se aboca a la calidad de la danza, sino que manifiesta ''interés por la riqueza cultural y educativa del país, pues en la medida que se comprendan estos aspectos los problemas decrecerán.
''Como coreógrafa, mi preocupación es que la danza sirva como arma para buscar la paz y comunicarme con los demás. Este arte no es sólo bailar por bailar, necesitamos expresar algo que el público pueda llevarse.
''Además del espectáculo de danza, me preocupa la raíz de una sociedad, que es su cultura", sostiene la coreógrafa, quien -junto con Michel Descombey- ha logrado una importante presencia en la cultura nacional.
Arte comprometido con la realidad
Más allá de la simple expresión del movimiento, la propuesta del Ballet Teatro del Espacio es reflejar lo que acontece en la sociedad: ''Son ya casi 40 años de la compañía y nuestro repertorio aborda los problemas que afectan a los seres humanos. Hay gente solitaria y la soledad es otro factor que nos preocupa".
Con el propósito de presentar un arte comprometido con la realidad, los bailarines que conforman la compañía realizan todos los días trabajo físico para interpretar lo que el coreógrafo plantea en su obra.
''El bailarín es un actor que está moviendo su corazón y sale con otra actitud, con otra posición frente a la sociedad para transmitir esa preocupación", señala Gladiola Orozco.
Con motivo del bicentenario de Wolfgang Amadeus Mozart y el 15 aniversario de la coreografía 1991, año Mozart 2006, la compañía presentará una breve temporada en el Palacio de Bellas Artes.
Esa obra de Michel Descombey, codirector también del grupo, explora por medio de múltiples recursos coreográficos, de enorme intensidad, la situación de la persona en un desorden cósmico donde impera la guerra, la falta de información y la retórica del poder que enajena.
''Es una reflexión sobre la interacción de los seres humanos con los medios de comunicación y lo que nos rodea, como el fenómeno del futbol. Al finalizar la pieza se hace referencia a la guerra en Irak", explica Descombey.
Con esta propuesta que fue estrenada en 1991 en el Tercer Gran Festival Ciudad de México, el codirector del BTE lanzó una respuesta a la atroz campaña de guerra conocida como Tormenta del desierto, que Estados Unidos inició en el golfo Pérsico.
Pieza coreográfica contra la guerra
Para Michel Descombey, los medios de comunicación tratan de controlar a la sociedad, pero la danza le ha permitido expresar inquietudes.
''Nosotros tratamos los problemas que rodean la existencia del ser humano, por eso el público se acerca, para ver que existe una relación con lo que está viviendo, y al respecto la danza es un factor muy interesante."
En la actualidad, la coreografía de Descombey parece una absurda continuación de lo acontecido en 1991, por el conflicto en Irak, y el más reciente entre Is-rael y Líbano.
''La obra pretende ser un himno al hombre en un mundo en el que éste ya no existe, sino en función de su nacionalidad, su raza, su religión y su ideología."