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Grupo Indra Swara. (Foto: Archivo)
M éxico, 3 de octubre, 2007 (Xavier Quirarte/ Milenio).- Mañana a las seis y media de la tarde en el Ex Templo de San Jerónimo de la Universidad del Claustro de Sor Juana (Izazaga 92, Centro Histórico) se presentará el espectáculo Smaradahana, el fuego del amor. El espectáculo narra la historia del príncipe Panji y la princesa Candra Kirana a través de la música, la danza y el teatro de la isla de Java, Indonesia.
La música, llamada gamelan, correrá por cuenta del grupo Indra Swara, fundado en 2002 con la idea de difundir la música tradicional de ese país asiático. Esteban González, quien inició la aventura con otros dos músicos, dice que esta música es muy diferente a lo que se escucha normalmente. A pesar de su riqueza es poco conocida no sólo en México sino en toda América Latina, explica. «Es una música orquestal que combina muchas texturas y su particularidad reside en los diferentes instrumentos de las orquesta, los cuales son muy peculiares, pues la mayoría son percusiones de metal. La música es resultado de una tradición muy antigua que surge cuando Indonesia estaba convertida al hinduismo, pero es interesante ver cómo se transformó con la llegada del islam».
El director de Indra Swara aprendió la música gamelan en Indonesia, donde fue becado por el gobierno de ese país, y actualmente enseña a los integrantes de la banda y a otros estudiantes. En el futuro pretende invitar a un maestro o incluso a un grupo de músicos para que impartan cursos y brinden asesorías. El grupo ha contado con el apoyo de la embajada de Indonesia en México, que al principio les prestó los instrumentos de su colección y cuando adquirieron los suyos los ayudaron a facilitar su traslado a nuestro país.
La música gamelan posee cualidades mágicas que envuelven al escucha con sus sonoridades peculiares. Para Esteban, uno de los beneficios de la globalización es que cada vez se tiene mayor acceso a músicas de diversos rincones del planeta. «Aunque estamos bombardeados por la música europea y estadunidense, cada vez hay un público más abierto a otras posibilidades».
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