Rancho Las Voces: Cine / Entrevista a Anne Hathaway
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viernes, enero 14, 2011

Cine / Entrevista a Anne Hathaway

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Escena de la película Amor y otras drogas. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de enero 2011. (RanchoNEWS).- Tan solo 6 años atrás todavía era considerada una princesa de Disney, gracias a las dos películas que siendo una adolescente protagonizó junto a Julie Andrews. Pero ya cuando participó en la revolucionaria Brokeback Mountain mostró una faceta suya que rompió definitvamente con esa imagen. Siempre interesada en demostrar que no tiene una sola cara, Anne Hathaway completó el año que inició interpretando a la Reina Blanca en la Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, curiosamente otra película de Disney, pasándose buena parte del film sin ropas en Amor y otras drogas, una comedia romántica dirigida por Ed Zwick en la que encarna a una chica afecta a la automedicación que vive un intenso romance con un promotor de medicamentos interpretado por Jake Gyllenhaal, el que le servirá para confrontar los serios confictos que le genera el haberse enfermado del mal de Parkinson. Gracias a su labor en esta película Hathaway compite este domingo por el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz de Comedia. Una entrevista de Gabriel Lerman para La Vanguardia:

¿Qué fue lo que te atrajo de tu personaje en Amor y otras drogas?

Fueron muchas cosas. Me gustó mucho su ritmo personal y me sorprendió todo lo que ella tiene que atravesar y la manera en que lo maneja. Me parece que la manera en que se comporta con respecto a su enfermedad es totalmente comprensible: con enfado, negación, frustración, vulnerabilidad y automedicación. O sea, es una chica tan inteligente que, para mí, tenía sentido que por momentos hiciera las cosas bien y que, en otros momentos, todo se convirtiera en una verdadera lucha. Me pareció que la historia tenía mucho potencial, pero para mí, lo interesante era Maggie y, después, cuando empecé a imaginarme el trabajo con Jake Gyllenhaal, todo se volvió simplemente apasionante. Logicamente, también influyó mucho en que dijera que sí que Ed Zwick fuera el director.

Te pasas buena parte de la película completamente desnuda. ¿Cómo te preparaste para mostrarte tan cómoda como se te ve en el film?

Creo que ayudó mucho que nos llevaramos tan bien con Jake. La buena química entre nosotros se dió desde un primer momento. Pero también es cierto que para hacer este film íbamos a tener que desnudarnos emocionalmente, y que eso iba a ser incluso mas difícil que hacerlo fisicamente. Para lograrlo investigamos mucho juntos, y lo hicimos también junto a Ed. Miramos juntos muchas escenas de amor y aprendimos como se las habían mostrado a lo largo de la historia del cine. Hablamos sobre las que nos gustaban más, las que no, y también sobre nuestras propias experiencias con el amor y la intimidad, que nos estimulaba y que no. Lo hicimos de una manera totalmente abierta desde el primer momento. Y una vez que comenzó el rodaje, Ed creó un ambiente totalmente seguro en donde yo podía sentirme libre y protegida, y mostrarme como soy. Jake ha dicho en una entrevista que rodar Amor y otras drogas fue una orgía intelectual, y yo creo que es la mejor descripción que pudo haber hecho sobre la película.

¿Cuanto investigaste sobre la etapa inicial del mal de Parkinson?

Bastante. Ed me ayudó mucho. Conocí a varias chicas de mi edad a quienes les habían diagnosticado la enfermedad. Una de esas mujeres aparece en la película. Es Lucy, la chica divertida de pelo oscuro que habla en la convención sobre Parkinson. Ella fue una de las que mejor me asesoró y tuvo una gran influencia en la película. Otra chica, Maureen, fue muy generosa y me llevó a grupos de ayuda. Yo estaba un poco nerviosa porque ya había asistido a grupos asi para hacer Rachel´s Getting Married, pero esto fue totalmente diferente. Pude contar abiertamente que yo, como tanta otra gente, había tenido problemas de adicción y que nunca había conocido a nadie con el mal de Parkinson y que tampoco yo había sido diagnosticada con el mal. Así que estaba yendo a ese lugar con un desconocimiento total y pensé que iba a encontrar un poco de resistencia por parte de la gente de los grupos, pero me recibieron con sinceridad y cariño. Todos los que estaban alli se sintieron muy bien de compartir sus historias conmigo. Estaban muy emocionados porque el mal de Parkinson es una enfermedad muy insidiosa y estoy segura de que mucha gente lo sabe, sin embargo no se le presta mucha atención. Todos le agradecían a Dios lo mucho que ha hablado del tema Michael J. Fox porque mucha gente no sabría nada acerca de la enfermedad sin su dedicación. Compartieron conmigo sus historias y sus miedos, su ansiedad y sus triunfos. También hablé con neurólogos y lo que me quedó muy claro es que en la etapa inicial, el mal de Parkinson tiene días buenos y días malos. que se manifiesta tempranamente, tiene días buenos y días malos. Hablamos mucho de eso y queríamos asegurarnos de mostrar los días malos en la pantalla con veracidad y cómo mucho de eso es provocado por la ansiedad. Los que se han enfermado tienen dudas acerca del futuro, y tienen que aprender a entender lo que le está pasando a su propio cuerpo. A través de mi investigación me di cuenta de que era muy importante empapar a Maggie con el trauma psicológico que le generó su diagnóstico y mostrar cómo ella queda atrapada en un mundo donde todo lo que existe es su propia enfermedad y cómo a lo largo de la película va aprendiendo a aceptarla.


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