Rancho Las Voces: Fotografía / México: El archivo mexicano de Strand sale a la luz
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sábado, enero 08, 2011

Fotografía / México: El archivo mexicano de Strand sale a la luz

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Su ideal era siempre buscar que los retratos fueran objetivos y sin poses. En la foto, el artista estadounidense captó a un niño hidalguense en 1933. (Foto: Tomada del libro Paul Strand en México)


C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de enero 2010. (RanchoNEWS).- La fotografía sin poses ni trucos no se comprendería sin uno de sus máximos exponentes, Paul Strand (1890-1976). El precursor de la fotografía realista, junto a Alfred Stieglitz, conformó a lo largo de su carrera un vasto acervo fotográfico. Parte de esa colección lo conforman retratos que el artista capturó durante su estancia en México. Una nota de Abida Ventura para El Universal:

El artista estadounidense visitó México en dos etapas, de 1932 a 1934 y en 1966, periodo suficiente para conformar un amplio acervo fotográfico de gran valor artístico e histórico.

A 34 años de la muerte del fotógrafo, Fundación Televisa en colaboración con la Fundación Aperture de Nueva York, encargada de la conservación del archivo fotográfico del artista, publican Paul Strand en México, un libro que reúne por primera vez las imágenes que conforman toda la colección mexicana del artista estadounidense.

El volumen, de 359 páginas, que próximamente saldrá a la venta, reúne 234 fotografías en blanco y negro, de las cuales algunas fueron seleccionadas por Strand, en 1940, para conformar el portafolio que denominó Fotografías de México. Otras más, 123, se dan a conocer por primera vez en México.

«Se trata de un libro sobre México y su gente. O por lo menos de una porción “microhistórica” de su pasado y de algunos de sus habitantes, vistos a través del esfuerzo de creativo de Strand y de un grupo de personas que colaboraron en distinta medida en sus proyectos», dice James Krippner en el texto introductorio del libro.

En un esfuerzo por recuperar y preservar la riqueza cultural mexicana, en meses pasados la Fundación Televisa adquirió de la fundación Aperture la colección mexicana de Strand.

Como parte del proyecto de difusión de la obra del fotógrafo, además de la publicación del libro, se realizará una muestra que exhibirá por primera vez toda la colección mexicana. La magna exposición está programada para el próximo mes de septiembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.

Además de un catálogo de archivo con los negativos, que revelan «el alma de una tierra y su gente», el libro ofrece una cronología de viaje y documentación de la época, algunas cartas de personajes de la cultura como David Alfaro Siqueiros, Carlos Chávez así como de políticos mexicanos como el presidente Lázaro Cárdenas.

El libro se enriquece con textos y reflexiones que amigos y críticos del artista hacen en torno a su obra. Entre ellos, Leo Hurwitz, James Krippner, Katherine Ware y el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros.

Un viaje determinante

Paul Strand arribó a México por primera vez en 1932, en una época en la que el país buscaba consolidarse en todas sus estructuras tras vivir, por más de 20 años, un movimiento revolucionario.

A su llegada encontró una serie de elementos que hacían de México un paisaje multicolor y polifónico: una diversidad etnográfica y cultural, la combinación del campo y de la ciudad, las actividades industriales nacientes y las artesanales, la permanencia arqueológica de antiguas civilizaciones y los avances técnicos que expresaban los deseos por modernizar el país.

Esas condiciones llamaba la atención de artistas extranjeros, como el cineasta ruso Sergei Eisenstein, quien intentó plasmar todo ese colorido visual en la pantalla grande con su proyecto ¡Viva México!. Antecesor de Strand, el cineasta ruso reconoció la labor del fotógrafo calificándolo como uno de los mejores fotógrafos del mundo.

Por invitación del compositor Carlos Chávez, Strand llega a México y hacia principios de mayo de 1933 ingresa a la Secretaría de Educación Pública como profesor de dibujo de escuelas primarias de la ciudad de México.

En esa época realizó labores de promoción e investigación lo cual le permitió viajar por todo el país conociendo a su gente y los paisajes rurales.

Esos viajes le permitieron al fotógrafo capturar paisajes áridos y campiranos, iglesias barrocas, figuras religiosas, retratos de campesinos, obreros y pescadores que ahora se pueden ver en esta significativa publicación. Alfonso Morales Carrillo, curador de Fundación Televisa y autor de uno de los textos del libro, menciona que en una carta dirigida al pintor estadounidense John Marin (fechada el 1 de septiembre de 1933), Paul Strand confiesa que su estancia en territorio mexicano le había cambiado las concepciones que tenia sobre el país.

«Las ideas que tenia sobre México como algo misterioso, oscuro, peligroso y prohibido no correspondía a la realidad que había empezado a conocer. En todo caso, su extrañeza provenía de la mezcla que tenía de ‘nuevo y viejo’, ‘indio y mestizo’, ‘vida primitiva y estaciones de gasolina, y maravillosa cerveza’», cita Morales Carrillo.

«En esa tierra de montañas y magueyes, de climas templados y tropicales, Strand había reconocido las huellas de una historia marcada por la explotación y la pobreza, que sorprendentemente no había borrado de los rostros indígenas cierta inocencia y la sonrisa amistosa», dice el autor.

México en la obra del autor

De acuerdo con los autores que versan sobre la obra de Paul Strand, su estancia en México marcó un parteaguas en su carrera como fotógrafo.

«Su estancia en México determinó su modo formal de hacer fotografía...sirvió de catalizador para consolidar la noción de que el arte y la fotografía con mensaje social no eran excluyentes entre sí», dice la crítica Katherine Ware. Al respecto Alfonso Morales Carrillo comenta, «Strand comenzó a definir en México la teoría del retrato como abrazo comunitario que luego perfeccionó en proyectos como La France de porfile (1952) o Un paese (1955)».

El editor James Krippner coincide: «con mucho esfuerzo, buscaba madurar una síntesis del arte y la fotografía documental, a la vez que intentaba sondear el alma del lugar o, por decirlo en sus propias palabras, crear ‘una especie de retrato de una tierra y su gente’. Esto lo llevó a definir unas pautas que después aplicaría en Nueva Inglaterra, Francia, Italia, las Islas Hébridas en Escocia, Egipto...».

La edición incluye además un cd con la versión restaurada de la cinta Redes, en la que Strand realizó la fotografía 1936 y que se estrenó en Estados Unidos en 1937 como The Wave.

Se pueden ver también una serie de fotografías que se realizaron en las locaciones veracruzanas durante la filmación de la cinta que narra la historia de la huelga de unos pescadores pobres contra un mercado que les explota, el filme fue dirigido por Emilio Gómez Muriel y Fred Zinnemann.

Respecto al trabajo del artista en este filme David Alfaro Siqueiros menciona, en un texto que reproduce el libro: «Al igual que su antecesor, Eisenstein, Strand hizo una contribución sobresaliente con su película Redes, un trabajo notable de realismo dinámico muy emotivo y con perspectiva social. Es una obra maestra, clásico mexicano y, por extensión, latinoamericano».

«El punto de vista de Strand concuerda con el de los pioneros del muralismo mexicano y su lucha contra el formalismo. Como cineasta y fotógrafo, tanto en Estados Unidos como en muchas otras partes del mundo siguió desarrollando en su obra una visión fundamentalmente humanista», finaliza el muralista que mantuvo una estrecha relación con el fotógrafo.

Según el crítico y artista Jhon Berger, «el momento fotográfico para Strand es un momento biográfico e histórico, cuya duración es idealmente medida no por segundos, sino por su relación con un tiempo de vida. Strand no persigue un instante, pero anima al momento para que se levante como uno podría animar una historia a ser contada».

Sobre esta afirmación, Alfonso Morales Carrillo reflexiona: «¿Y cuáles son las historias qué ahora nos pueden contar las personas retratadas por Paul Strand en un México desaparecido?»

Su respuesta es inmediata y contundente: «Sus rostros podrían corresponder a los ancestros de quienes hoy, recorriendo en sentido contrario el camino por el que Strand arribó a México, buscan trabajo para sobrevivir».


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