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Proyección de las piezas Árbol de la vida, Semilla I y Semilla II. (Foto: Yvonne Domenge)
C iudad Juárez, Chihuahua, 4 de enero 2011. (RanchoNEWS).- La escultora mexicana Yvonne Domenge será la primera mujer en exhibir su obra en el Millennium Park, en Chicago. El 7 de abril de 2011 se inaugurará una exposición de media docena de piezas urbanas, cinco en acero y una en bronce, la mitad en «la galería sur», y la otra en «la galería norte», todas, al aire libre. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Esta muestra tendrá una duración de dos años y empezó con una exhibición previa de maquetas, modelos, dibujos y escultura en pequeño formato que concluyó el domingo pasado en el Centro Cultural de Chicago, que se encuentra en el parque, abierto en 2004, y que ostenta la escultura Cloud Gate, de Anish Kapoor. El tiempo de exposición también incluye conferencias de la artista a estudiantes, profesionales y público en general.
En 2006 y 2008, algunas esculturas de Domenge, quien tiene una trayectoria artística de 35 años, fueron seleccionadas y adquiridas para la Ciudad Internacional de Escultura y Año Cultural de Zheng Zhou, en Henan, y el Parque Escultórico Olímpico de Beijing, China, respectivamente. En 2010 también fue seleccionada para representar a México en la Bienal Internacional de Escultura de Vancouver, Canadá.
Respecto de la exhibición de Millennim Park, Domenge fue invitada a concursar porque «habían visto mi obra». Los convocantes fueron el gobierno de la ciudad de Chicago y Millennium Park.
Domenge mandó sus propuestas, pasaron tres años y «un día me hablaron para decir que había ganado estar presente con seis piezas urbanas. El curador de Millennium Park, Lucas Cowan, escogió las piezas, el tamaño y el color, porque eran obras que ya había hecho, excepto una, porque tenía muy poco tiempo para hacerlas». En la galería sur se instalarán tres esferas: Listón de Tabachín, Esfera de coral y Olas de viento, cuyas medidas varían entre 3.5 y 2.5 metros de alto. Mientras en la galería norte se colocarán Árbol de vida, fundida en bronce, con cinco metros de alto, y Semilla Kan I y Semilla Kan II, ambas de 1.6 por 2.5 metros.
La artista relata: «Empecé los planos; tenía algunos constructivos. Hice una innovación, porque son piezas que se amoldan una junta a la otra, no se tienen que soldar. Por su peso, las mando por módulos a Estados Unidos, y allá se ensamblan, mas no tienen soldadura, porque así puedo mandarlas pintadas y no se lastima la pintura. Difícilmente me dejarían soldar personalmente».
Sobre porqué fue elegida, Domenge contesta: «les gustó que fuera mujer y mexicana, pero más mi lenguaje plástico, que va muy de acuerdo con Millennium Park. Les gustaron mis líneas limpias y claras. Habrá un paseo de esferas, que son transitables, de diseño muy limpio y colores muy vivos. No querían algo muy elaborado, ni totalmente abstracto, sino algo que tuviera una lectura fácil para el transeúnte, sobre todo para la comunidad mexicana».
Apunta que los connacionales «están muy orgullosos de que haya representación mexicana, por el arte del país y los colores tan alegres de una escultura latina. Tuve oportunidad de dar talleres a muchos grupos chicanos, y las mujeres estaban verdaderamente solidarias conmigo. Es increíble el movimiento social que se está dando allá, de grupos de jovencitos que tratan de integrarse a una sociedad, aunque sus papás no hablen, lean ni escriban en inglés. Estos jovencitos no tienen papeles para registrarse en las escuelas, entonces tratan de integrarse con una dificultad tremenda. Pero todavía existe ese espíritu alegre, con la pimienta del mexicano, además de una gran comunidad que se apoya».
Respecto del Árbol de la vida y las Semillas, en las que los transeúntes pueden meterse, incluso recostarse, Domenge reconoce que todas las culturas tienen esferas y árboles de la vida, pero «nos reconocemos en ellos; algo que los organizadores querían, además de vistosidad, era que fuera limpio, casi minimalista, y así es mi obra».
La construcción y el transporte de las esculturas fueron pagados en su mayoría por Millennium Park y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, aunque también participaron el Museo de Arte Mexicano y el Consulado General de México. De allí que «no son de mi propiedad. Van a representar a México en Estados Unidos; posteriormente se ubicarán en diferentes museos de arte contemporáneo allá, tanto en Chicago, como en otras ciudades».
Domenge también ha tenido actividad reciente en México: el pasado mes de septiembre, en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Ciudad Universitaria, se develó una de sus esculturas sobre el virus AH1N1, con motivo de los 100 años de la Universidad Nacional Autónoma de México. La artista propuso la escultura al rector José Narro Robles, porque mientras «todo mundo estaba encerrado me dediqué a conocer el virus. Trabajé con varios biólogos (como Carlos Arias Ortiz y Manuel Ruiz de Chávez) para poder hacer un virus que nuestra gente conociera, que no nada más fuera algo que nos atacaba como fantasma, sino que conociera su estructura, que es bastante impactante. Tardé año y medio en entender este virus mutante; fue muy difícil».
El día de la ceremonia, Arias, director del Instituto de Biotecnología de Morelos, expresó que «fue un reto simplificar la estructura del virus de manera conceptual, para hacerla compatible con un proyecto de esta naturaleza».
No es la primera vez que Domenge conjuga arte y ciencia en su obra. Anteriormente realizó otras estructuras moleculares, como la del polen, el plomo y de virus, como el del sida y el herpes. También hizo la estructura de «un quasi cristal», Dimensión 5 (1997), para conmemorar los 40 años de la energía atómica en México para el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.
En paralelo a la escultura Virus AH1N1, Domenge hará en 2011 una exposición de «puros virus» en la Facultad de Biotecnología de la UNAM, en Cuernavaca, que luego itinerará a Estados Unidos a facultades de física y biología de varias instituciones, aún por definir.
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