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El artista estadounidense en 2007. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuaua, 25 de enero 2011. (RanchoNEWS).- El escultor estadounidense Dennis Oppenheim, considerado uno de los artistas conceptuales más importantes del mundo, falleció de un cáncer el pasado sábado en Nueva York, confirmó hoy Juan Manuel Gabarrón, vicepresidente de la Fundación Gabarrón. Una entrega de EFE:
«Nos ha caído como un jarro de agua fría», expresó Gabarrón, miembro de una familia que mantuvo una relación de amistad con el escultor durante más de veinte años y con quien colaboró en proyectos artísticos en numerosas ocasiones. Oppenheim, que según Gabarrón no había hablado de su enfermedad porque «la llevó de una forma muy personal», murió en un hospital de Nueva York la noche del sábado, a los 73 años. «La verdad es que nos deja bastante afligidos. Era una persona excepcional, como artista y como ser humano», manifestó el vicepresidente de la Fundación Gabarrón, que el año pasado trabajó con Oppenheim en una exposición en el Armony Show de Nueva York.
Oppenheim, nacido en Electric City (en el estado de Washington) en 1938, perteneció a la generación del llamado arte conceptual que, a finales de los años 60, reaccionó en Estados Unidos al 'minimal art'. «Siempre supo aportar su propia vanguardia e innovación, aunque a veces no fue muy comprendido», apuntó Gabarrón, quien afirmó que, en la década de los 60, Oppenheim «exploró el terreno del vídeoarte conceptual muchos años antes de que tuviera la trascendencia que alcanzó más tarde».
El artista evolucionó después hacia la escultura, un arte por el que fue reconocido internacionalmente gracias a sus obras basadas en construcciones arquitectónicas. Su trabajo está presente en los principales museos del mundo como el MoMA de Nueva York, el Centro Georges Pompidou de París o el Museo Reina Sofía de Madrid.
En 2005, la entonces directora del Museo Reina Sofía, Ana María Martínez Aguilar, calificó al escultor como «uno de los artistas conceptuales más importantes del mundo». Oppenheim se convirtió en uno de los máximos exponentes del arte público, una corriente que evita los espacios tradicionales para invadir la calle con sus propuestas, y fue también reconocido por su pertenencia al llamado «earth art» (arte de la Tierra) a finales de los 60.
Su relación con España no se limitó a la amistad con la familia Gabarrón, ya que su obra se ha mostrado en numerosas ocasiones en ese país desde que por primera vez expusiera en el Palau de la Virreina de Barcelona en 1994.
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