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Litografía que forma parte del núcleo Perspectivas fantásticas (Foto: Cortesía MUNAL)
C iudad Juárez, Chihuahua, 24 de noviembre 2011. (RanchoNEWS).- De laberintos y escaleras que conducen al infinito, de superficies cual banda de Moebius que carecen de orientación, de un arriba que se torna en abajo, de esos y otros enigmas se componen las obras de Maurits Cornelis Escher (Holanda, 1898 -1972). Una nota de Sonia Sierra para El Universal:
Las piezas del artista podrán verse de nuevo en México, toda vez que este jueves el Museo Nacional de Arte inaugura la exposición Escher y sus contemporáneos, con obras provenientes de la colección del Rijksmuseum Ámsterdam, que estará abierta hasta el 4 de marzo de 2012.
La exposición consta de 85 grabados entre litografías, xilografías, aguafuertes; alrededor de 70 son del artista y representan desde momentos iniciales hasta aquellos donde alcanzó la madurez.
Conviven con éstas los trabajos de cinco creadores holandeses más: el maestro de Escher, Samuel Jessurun de Mesquita, que lo indujo a ser un artista cuando intentaba hacer su proyecto de estudios arquitectónicos, y artistas de su tiempo como Lou Strik, y G.W. Dijsselhof, Riek Wesseling y Lodewijk Schelfhout.
El de Escher es un caso poco común en las artes: formado en una familia de científicos, fue el único que optó por ser artista. En su obra se advierten disciplinas tan diversas como la arquitectura, el diseño, las ciencias y las matemáticas:
«Su impacto en distintas disciplinas es muy importante -dice durante un recorrido por la exposición Adolfo Mantilla, jefe de investigación del Munal-. Es un artista que además de haber definido proyectos en términos de diseño gráfico y editorial, ha impactado en la literatura y la narrativa; Escher tendría que entenderse como un punto de contacto, como un eslabón que permite generar vasos comunicantes con distintos proyectos culturales».
Otra pecualiridad de Escher es que su obra entabla un diálogo con el espectador, al que le plantea juegos y lo lleva a intentar descubrir el entramado de sus creaciones.
«Lo que hace es muy contemporáneo, porque en las décadas recientes, el espectador se vuelve una instancia activa en el proceso de consolidación de la obra misma. No es un artista que se piense en una actitud estética contemplativa, para Escher el espectador tiene su parte y le corresponde un ejercicio, un análisis. Las obras de Escher son dispositivos para que el espectador las analice, en ese sentido trasciende la dimensión temporal».
Universo cambiante
Cuando las obras de Escher se dieron a conocer, el mayor impacto fue entre los científicos; todavía hoy es considerado como el artista que mejor ha reflejado gráficamente el pensamiento matemático.
«Su proyecto artístico quiere transgredir la escisión de los mundos, y volver a construir un mundo unificado donde puedan existir las referencias opuestas en el mismo plano», describe Mantilla.
La exposición, que a partir del viernes abre al público, fue curada en forma colectiva por el Munal y el Rijksmuseum Ámsterdam. Es una muestra estructurada en cinco ejes temáticos, que explica Mantilla:
Mundos del artista: que permite reconocer los principios del trabajo de Escher en relación sobre todo con su profesor Samuel Jessurun de Mesquita. Hay ejemplos emblemáticos de sus obras, y paralelos entre Mesquita y Escher.
El segundo núcleo es Las formas vivas de la naturaleza, también con trabajos de su profesor; son ejercicios con referencias a animales como aves, liebres, gatos. Aquí es notorio el paso de lo figurativo a los estudios geométricos, aunque esa geometría no resta la cualidad de seres vivientes a sus animales.
Paisajes reales e imaginarios permite revisar el proyecto paisajista del artista a partir de los años 20, cuando empieza a viajar, con referencias que representan el paisaje de Italia, especialmente.
Aquí hay superposición de planos, texturas, intersección de líneas, vistas de tejados, construcciones.
Geometría, decoración e infinito es un núcleo donde hay mayor conceptualización y se establece el diálogo con los contemporáneos.
Finalmente, en Perspectivas fantásticas hay varias obras sobre mundos oníricos y figuran aquí escenas como aquella sucesión de escaleras que conduce a ninguna parte o pasadizos al infinito.
«Los juegos artísticos que se puede identificar en la exposición son varios: diálogo a partir de la composición que se genera, referencias geométricas, alusiones a lo fantástico, el paisaje, ejercicios fractales y geométricos, fundamentales en una reflexión de corte matemático. Encontramos que a Escher le gustaba ver el mundo desde una perspectiva poco común. Él pone en cuestión los modos de ser de la modernidad, de esta cultura que implicaba distinguir entre lo real y la ficción, que para Escher son puntos de convergencia».
Escher y sus contemporáneos se presenta en las salas de Colecciones Especiales del Munal, Tacuba 8, Centro Histórico; se inaugura este jueves a las 19 horas.
Con edición del Munal, se publica el catálogo Escher y sus contemporáneos, con textos de Susana González Aktories, José Luis Mateos, Julieta Ortiz Gaitán, Tomás Granados, Isaac Rudomín y Daniel Rivera.
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