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El filósofo y escritor español. (Foto: Víctor Lerena)
C iudad Juárez, Chihuahua, 29 de febrero 2012. (RqanchoNEWS).- Si en una coctelera se mezclan El Decameron, La Guía Michelín y Los últimos cuentos de Canterbury –todo ello salpicado con humor filosófico y desenfado narrativo– nos encontramos con Los invitados de la princesa, la obra con la que el filósofo Fernando Savater (San Sebastián, 1947) ha ganado hoy el XVI Premio Primavera de Novela, convocado por la editorial Espasa y dotado con 200.000 euros. Por primera vez en 16 años este galardón ha quedado sin finalista (categoría dotada con 30.000 euros). Una nota de A. Fraguas para El País:
Imaginen a periodistas, artistas, profesores y escritores aislados en una isla por la erupción de un volcán durante la celebración de un «congreso cultural». Una isla solo conocida por su gastronomía y cuya presidenta (a la que cariñosamente llaman la princesa) quiere situar en el mapa por algo más que por los fogones. Es el planteamiento ideal para ajustar cuentas con unos cuantos personajes, posibilidad que, sin embargo, un Savater risueño descarta al otro lado de la línea telefónica: «Cada personaje hace lo suyo y la mirada es la del protagonista, un joven periodista donostiarra enviado por una revista vasca para cubrir el congreso; tiene esa admiración de la juventud por los grandes y venerables escritores, es una mirada un poco a lo Tintín».
Quizá Savater haya puesto algo de sí mismo en ese Tintín donostiarra. La obra no en vano está dedicada a algunos de sus autores de cabecera: Boccaccio, Chaucer… y tiene ecos de la literatura fantástica de Jean Ray y de H.P. Lovecraft. Es una celebración de la gastronomía, una excusa para hablar del mundo académico y, además, una ocasión para introducir en un contexto tan savateriano, lo inesperado e irreal: «No es una novela de humor pero hay humor, imaginación, hay muchos elementos fantásticos y reflexivos y un poco de ironía. De todas formas no puedo evitar introducir el humor hasta en los artículos más serios».
Savater ha querido dejar al margen las alusiones directas a la actualidad. Uno de los personajes por ejemplo es un profesor universitario, pero el repaso de su biografía y peripecias se realiza sin más pretensiones que hacer una descripción tierna e irónica de la vida universitaria. «Cuando quiero escribir en serio sobre estos temas lo hago mediante artículos o ensayos», afirma Savater y recuerda que con Los invitados de la princesa la prioridad ha sido «el disfrute del lector».
Estructurada en los siete días de la semana, el relato culmina con el recibimiento a la Princesa (que había quedado atrapada en el continente durante la erupción volcánica). Savater no desvela más detalles pero advierte en tono tranquilizador: «No es como [la serie de televisión] Perdidos».
«La novela complacerá hasta a los más exigentes lectores porque está llena de guiños y complicidades para disfrutar de ella desde el principio hasta el final», ha afirmado durante la ceremonia Ángel Basanta, escritor, crítico y portavoz de jurado. Basanta ha remplazado a Ana María Matute, la presidenta del jurado. Otros miembros del mismo han sido Antonio Soler, Ramón Pernas (director del ámbito cultural de El Corte Inglés), y Ana Rosa Semprún (directora general de Espasa). El año pasado el premio recayó en Raúl del Pozo, por El reclamo
La novela ha sido seleccionada entre 454 manuscritos en español, 100 más que el año pasado, enviados desde 26 países. Los más participativos fueron España, con 275 manuscritos; seguido de Argentina y México, con 26 cada uno; Estados Unidos, 16 y Colombia 15.
Entre sus innumerables ensayos, artículos y obras de reflexión, el género de ficción no ha sido nunca ajeno a Savater. En 1993 quedó finalista del Premio Planeta con El jardín de las dudas; en 2008 ganó ese mismo galardón con La hermandad de la buena suerte.
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