Rancho Las Voces: Festival Internacional Chihuahua / La sensualidad de la mujer china según Lily Cai
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miércoles, septiembre 26, 2012

Festival Internacional Chihuahua / La sensualidad de la mujer china según Lily Cai

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El momento que hicieron esta flor fue apludido por la concurrencia del Rascón Banda. (Foto: Gabriel Cardona)

C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de septiembre de 2012. (RMV / RanchoNEWS).- La sensualidad de la mujer china expresada a través de la danza contemporánea. Así vivimos el espectáculo (todo un despliegue de sensualidad) que durante dos horas presentó la Lily Cai Chinese Dance Company en el escenario del Teatro Rascón Banda, del Centro Cultural Paso del Norte en esta frontera.

El espectáculo consistió en once cuadros con tres intermedios. En los primeros cinco cuadros la coreógrafa hace un homenaje a la danza tradicional china, mediante los atuendos –especialmente con los sombreros y tocados–, el uso de telas y pañuelos rojos, la música basada en percusiones; pero especialmente con los pasos, gráciles y elegantes, y el fino empleo de las manos.

En el primer cuadro de la segunda parte las seis bailarinas salieron portando un vestido rojo de minifalda con un sombrero de palma. Bailaban de espaldas al público, cubriendo a su vez sus pechos, pero moviendo sus cinturas. El cuadro expedía una sensualidad femenina extraña, mejor dicho oriental, que se repetiría en los siguientes cuadros en los que se presentaron con vestidos de blusa y pantalón claros ocultando el rostro con sombreros de palma. El color de su vestimenta, acentuado por la iluminación, las hacían aparecer –por momentos– desnudas.

Para la tercera parte volvieron a lucir el mismo atuendo, esta vez sin sombrero. La entrada fue muy espectacular porque aparecieron portando velas en las manos. La composición (música de cuerdas donde resaltaba un arpa) discurría con lentitud y belleza. Parte del baile se llevó a cabo en el piso reflejando un momento nocturnal íntimo, por instantes parecía un ballet clásico. Cuando entre todas ellas, con las velas en la mano, formaron una flor fueron especialmente aplaudidas por el público.

La tercera parte fue un cuadro de energía plena. Surgieron a escena vestidas en leotardos negros y con telas blancas, negras y rojas las cuales maniobraban con destreza entre figuras en el aire y giros. La música era producida por percusiones chinas que iban marcando la velocidad hasta llegar a cierto esplendor gimnástico. Un cuadro visualmente muy plástico y dinámico que cerró una muy buena velada. La asistencia (un 80% del teatro, cifra considerable dado el tipo de espectáculo) supo premiar a las seis bailarinas y a la coreógrafa con una gran ovación.


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