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El poeta y sacerdote. (Foto: Manuel Álvarez)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 15 de noviembre de 2012. (RanchoNEWS).- El poeta Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1925) sigue viviendo con el ánimo puesto en la revolución. La revolución que nace de la poesía, de Dios y de la lucha en favor «de los pobres y los oprimidos». Cardenal sigue con la fe intacta en esos tres pilares. Alrededor de ellos ha levantado su vida y su obra. Su escritura y su vida, que son la correspondencia de una misma pasión por la utopía. Una nota de Antonio Lucas para El Mundo:
Rematado en una boina calada, al estilo del Che. Con camisa blanca y sandalias, su «uniforme» de guerrillero, Cardenal ha recibido el Premio Reina Sofía 2012, dotado con 42.100 euros, y que reconoce una vida de empeño en las letras. «Pero mi poesía no tiene verdadera grandeza: su mérito ha sido extraliterario. Y ése ha sido mi mérito. El de la dedicación a los otros, a los desclasados, lo que se ha llamado la Teología de la Liberación o Teología de las Bases. A ella me he consagrado, principalmente», sostiene.
El galardón, convocado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, contempla también la publicación de una amplia antología del ganador con un extenso aparataje crítico a cargo de Maria Ángeles Pérez López. En el caso de Cardenal, a la selección de su poesía le ha dado el nombre de Hidrógeno enamorado. Un repaso por algunos de sus títulos esenciales: el Evangelio de Solentiname y Cántico cósmico, entre otros.
Ex ministro de Cultura de Nicaragua en los años principales de la revolución sandinista, de 1979 a 1987, cree que la revolución verdadera está por llegar y, «como dijo Jesús: otro mundo es posible». El martes, Ernesto Cardenal recibió también el homenaje de la Fundación Autor de la SGAE, que ha editado el disco Dos en uno, donde la cantante y compositora Inés Fonseca pone voz y música a los poemas del escritor.
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