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Esta estatua ocupa la cúpspide del Jacob K. Javits Federal Office Building, uno de los edificios oficiales más mediocres de la ciudad. La figura femenina simboliza la reputación cívica de Nueva York y blande hacia el cielo una corona dividida en cinco almenas, una por cada distrito de la ciudad. (Foto: Yann Arthus-Bertrand)
C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de noviembre de 2012. (RanchoNEWS).-Dicen que desde las alturas, las cosas se ven con más claridad, pero ésta es una verdad a medias. Al menos en lo que concierne a Nueva York. La gran urbe, el témpano de diamante que flota en las aguas de un río, –como la definía Truman Capote–, contiene tantas aristas, tantas perspectivas y profundidades que puede volverse engañosa. Lo sabe muy bien John Tauranac, profesor de arquitectura en la neoyorquina School of Continuing and Professional Studies. Su amigo, Yann Arthus-Bertrand, el fotógrafo francés especializado en navegar los cielos a bordo de helicópteros o globos aerostáticos cargado con una cámara Canon EOS-1Ds Mark III, le propuso el reto de identificar y escribir un texto explicativo a cada una de las 172 impresionantes instantáneas que componen el libro Nueva York. Arquitectura desde el cielo (Lunwerg). Tauranac era el perfecto aliado pues ya había sido el encargado de trazar el mapa del metro de Nueva York en 1979 y, también, realizó un callejero titulado Manhattan Block By Block del que ha vendido ya cinco ediciones. Una nota de Manuel Cuéllar para El País:
La ciudad, por supuesto, se decidió a hacer de las suyas con la contribución del atrevido encuadre de la cámara de Arthus-Bertrand. El erudito se vio superado por ella y necesitó la ayuda de amigos y colegas de trabajo para localizar al menos dos de las fotografías realizadas desde varios helicópteros de la empresa Lyberty de Manhattan. Incluso Carter Horsley, compañero del cartógrafo en la Trinity Shool, fue el único capaz de identificar el edificio Symphony House en el número 235 del lado oeste de la calle 56.
Pese a estos dos anecdóticos tropiezos Yann Arthus-Bertrand y John Tauranac han logrado componer una de las enciclopedias arquitectónicas más atractivas de la ciudad de los rascacielos. Todo un logro con una isla que ha sido fotografiada por tierra, mar y aire casi desde su fundación. Si es usted amante de la arquitectura y va a visitar Nueva York, no dude que este libro le ayudará. Está editado en gran formato (32 x 43 centímetros) e incluye información sobre cada edificio que no suele aparecer en las guías tradicionales; mapas de las calles y fichas de situación acompañando a cada una de las impactantes imágenes del fotógrafo francés. «Desde lo alto parece construida alrededor de un inmenso parque y, sobre todo, más vertical que ninguna urbe. Nunca se deja contemplar en una única panorámica, sino trocito a trocito. Cada rascacielos oculta otro, hasta el infinito. Cuando mi mirada se vuelve hacia abajo, la ciudad se revela en lo que tienen de más hermoso, de más secreto, sin esconder sus heridas», asegura Arthus-Bertrand, el que está considerado para muchos el mejor fotógrafo de imágenes aéreas del mundo y que ya ha sorprendido con títulos como La Tierra vista desde el cielo y Seis millones de otros.
En Nueva York. Arquitectura desde el cielo, la ciudad se muestra como no puede contemplarse habitualmente. Con las mejores luces de invierno y primavera (se tomaron en noviembre de 2008, enero y mayo de 2010) y los textos de John Tauranac esconden anecdotario de la ciudad y sus edificios, parques, plazas y fuentes.
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