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Para ella, su obra construida debía favorecer la igualdad en el espíritu colectivo, señaló Sara Schulz, directora de la editorial Alias. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de abril de 2015. (RanchoNEWS).- La obra de Lina Bo Bardi demuestra que la arquitectura es una herramienta que permite tener una postura ética y política para lograr la mejor condición de vida entre quienes habitarán ese lugar, dijo el arquitecto Mauricio Rocha durante la presentación del libro Lina Bo Bardi, por escrito: textos escogidos 1943-1991. Reporta desde la ciudad de México para La Jornada Ericka Montaño Garfias.
Lina Bo Bardi nació en Roma en 1914 y participó en la resistencia contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Fue directora de la revista Domus y en 1946 viajó a Brasil con su esposo Pietro María Bardi. Ahí realizó proyectos emblemáticos, como el Museo de Arte de Sao Paulo y el Museo de Arte de Bahía, así como el Centro de Esparcimiento del Cesc-Fábrica de la Pompeia.
El libro, publicado por Alias,se presentó el sábado en el Museo Experimental El Eco y reúne 33 ensayos, seleccionados por las arquitectas e investigadoras Silvana Rubino y Marina Grinover, traducidos por Paula Abramo. Se incluyen dibujos realizados por Bo Bardi, cuyo trabajo también se encuentra en cine, teatro, conservación del patrimonio, diseño gráfico y de muebles, además de la edición de publicaciones.
Fallecida en Sao Paulo en 1992, Bo Bardi expresaba en uno de sus ensayos que la libertad del artista siempre ha sido individual, pero la verdadera libertad debe ser colectiva, recordó Sara Schulz, directora editorial de Alias.
Explicó: «Se refiere a una libertad consciente de la realidad social que echa por tierra las fronteras de lo estético, con este ideario ella escribió, ilustró, dibujo y proyectó. En sus escritos Lina conversa con otros textos, polemiza con distintos proyectos, cuestiona los fundamentos de lo moderno en un ejercicio constante de construcción y deconstrucción por escrito.
«Habitar la comunidad, la colectividad, lo monumental, la educación, son conceptos que emergen constantemente para responder una pregunta fundamental: ¿qué es y qué debe ser la arquitectura? No duda al responder de maneras distintas en su obra escrita y su obra construida que debe ser algo que favorezca la igualdad entre el espíritu colectivo, algo que vaya de la vida al papel, de la vida al proyecto, y no viceversa».
Mauricio Rocha destacó que la obra que realizó la arquitecta es social, crítica, política, ética, contundente y fuerte. Si principal legado, añadió, «es la vinculación y la integración entre la antropología y la arquitectura; la preocupación política, ética y moral sobre cómo construir arquitectura a partir de programas, de la construcción de espacios de calidad humana para quienes lo van a habitar y con una aportación siempre de avanzada a nivel arquitectónico, pero siempre poniendo las partes para hacer arquitectura contemporánea.
«Construye programas que dignifiquen y transformen las actividades de la colectividad; eso pone una diferencia muy importante entre esta arquitectura de poder, arquitectura que se vuelve los cortesanos del poder, de la gente que está en los gobiernos. Ella está del lado contrario. Lo más importante en su arquitectura es lo que pasa en el espacio mismo, cómo vive la gente y activa los lugares en el sitio, y como activan respecto del lugar de la ciudad. Activan la ciudad y el espacio.»
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