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Fotograma de 'El maestro del agua'. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de abril de 2015. (RanchoNEWS).- A Russell Crowe (Wellington, Nueva Zelanda, 1964) le hemos visto triunfar como actor con películas como Gladiator, El dilema o Una mente maravillosa. Ahora, con El maestro del agua le descubrimos como director. La película, un drama en el que también participa Olga Kurylenko (Quantum of Solace), retrata los desvelos de Joshua Connor (Crowe), un granjero australiano experto en encontrar aguas subterráneas, por buscar a sus tres hijos desaparecidos tras la batalla de Galípoli, en Turquía. Un evento que tuvo lugar en la I Guerra Mundial hace cien años. Javier Estrada lo entrevista para El Mundo:
Con toda la experiencia que has acumulado en rodajes. ¿Ha sido complicado el reto de dirigir?
Lo más importante de todo es estar prevenido del nivel del estrés que experimentas cuando te sientas en la silla del director. Si sabes eso, tienes mucho ganado. También es importante conseguir un nivel de intimidad adecuado con los actores. La mejor manera de comunicarte con los intérpretes debe ser siempre la más práctica. Con todo ello, creo que la experiencia ha sido muy positiva.
En la película reflejas unos hechos dolorosos para el pueblo turco y para muchas otras potencias. ¿Esperas que todos queden satisfechos?
Espero que todos reaccionen igual. En Australia y en Turquía las proyecciones han ido muy bien. En el caso de los turcos, espero que entiendan que uno de fuera ha hecho lo imposible por profundizar en su cultura.
Tú, que no «naciste» en Hollywood, ¿sientes esto como unas vacaciones de aquella industria?
De alguna manera, es una vuelta a mis orígenes. Vengo de películas independientes, inteligentes, hechas con poco dinero y de la mejor manera posible. Nunca me he visto como un hombre de estudio.
¿Te costó fichar a Olga Kurylenko?
Fue muy fácil. Su papel de Ayshe, la hostelera que colabora con Joshua, era muy jugoso. Pero que conste que le envié el guion y le dije: elige el papel que quieras. Aunque ella es una gran actriz y aceptó el de casi protagonista.
De todos tus trabajos, incluido éste, ¿con cuál te quedarías?
Nunca dejo de retarme a mí mismo. Me gusta elegir proyectos que puedan contribuir tanto a mí como a quienes los ven. Creo que si algo me emociona a mí primero, funcionará con el público. Ésa es la forma que tengo de guiarme como actor. La misma norma que espero seguir como director si hago otra película.
Después de haber rodado cinco películas con Ridley Scott, ¿le has pedido consejo de director a director?
Se mostró muy entusiasmado cuando le enseñé un fragmento del filme. A veces, los mejores consejos los encuentras trabajando con alguien. Me pasó con Richard Harris, con quien conecté muy bien en Gladiator. Y con Ridley he entendido mejor la profesión de director sin necesidad de preguntar.
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