Piezas representativas de la tradición alfarera del Perú andino, incluidas en la exposición que alberga el recinto de Moneda 13, Centro Histórico. La muestra concluirá a comienzos de octubre. (Foto: Cortesía del INAH)
C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de septiembre de 2017. (RanchoNEWS).- Sintetizar unos 20 mil años de historia es la finalidad de la exposición Qhapac Ñan: un recorrido por los Andes, el Perú prehispánico, montada en el Museo Nacional de las Culturas. Carlos Paul reporta para La Jornada.
La muestra propone una visión retrospectiva geográfica e histórica desde el presente hasta el pasado de las etapas culturales de la civilización inca.
Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con curaduría de la arqueóloga peruana Carmela Esther López Sánchez, la exposición reúne unas 155 piezas que son reflejo de las tradiciones culturales transmitidas durante milenios en esa región andina, como el desarrollo de la agricultura, la alfarería, la cerámica y los textiles, dijo el embajador de Perú en México, Julio Garro Gálvez, durante la inauguración.
«Muchas de esas tradiciones se mantienen vivas hasta hoy», celebró el diplomático. «Se trata de una mirada general de cómo evolucionaron los Andes centrales durante milenios y que corresponde al territorio peruano.
«Muchas veces se critica a los países con culturas milenarias, de idealizar nuestro pasado. La verdad es que eso es una manera incorrecta de entenderlo. Lo que hacemos es reconocer lo que forjaron nuestros antepasados y que hoy nos sirve para comprender lo que somos y proyectamos hacia lo que queremos ser; es una puesta en valor de nuestro pasado que nos une con México».
De acuerdo con Diego Prieto Hernández, director general del INAH, las piezas ilustran un recorrido histórico cuyo inició parte del desarrollo cultural de los Andes Centrales: el Horizonte tardío o inca (1400-1531 dC) y termina en el periodo Lítico (20 mil-10 mil aC), que incluye la fauna del Pleistoceno.
Entre las piezas que se pueden apreciar está una momia inca del periodo colonial, fechada hacia el siglo XVI, en la que convergen elementos andinos y españoles, así como un ajuar compuesto con hojas de coca, capullos e hilos de algodón.
Mientras, en el núcleo de la fauna del Pleistoceno, se puede apreciar el esqueleto de un tigre dientes de sable, «totalmente restaurado y con una nueva posición».
El Qhapaq Ñan o Camino Inca principal es un sistema de senderos que unía a todo el territorio del gran imperio Tawantinsuyo. Es el primer gran ejemplo de unificación cultural. Esa red de rutas logró que se comunicara temporal y geográficamente la gran diversidad histórica, natural y cultural del territorio que hoy forma parte de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
La exposición tiene seis módulos temáticos y una introducción alusiva a la importancia del Qhapaq Ñan, que implicaba dos caminos principales: uno por la costa y otro por la sierra, que unían (el primero) a Quito con Cusco, capital del imperio incaico, y seguía hasta Tucumán (Argentina), uno de los trechos más largos, con 6 mil kilómetros.
La otra ruta recorría gran parte de la costa desértica, desde Tumbes (Ecuador) y hasta Santiago de Chile. Tenía ramales que desde los valles unían a los dos caminos. Ambas cubrían 60 mil kilómetros.
«Hay que recordar que esa sorprendente red de comunicaciones, comercio y defensa fue inscrita en la lista de patrimonio mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 2014», dijo Prieto Hernández.
La muestra Qhapac Ñan: un recorrido por los Andes, el Perú prehispánico concluirá a principios de octubre en el Museo Nacional de las Culturas (Moneda 13, Centro Histórico).
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